La Arquidiócesis de Xalapa, a través de su comunicado dominical, afirmó que para poder vivir en paz y justicia se requiere un verdadero desarrollo integral de los ciudadanos, lo cual, asegura, no se consigue con meros discursos, decretos o buenas intenciones.
A continuación, el comunicado:
El adviento llega a su plenitud con la fiesta del nacimiento de nuestro señor Jesucristo. Él es la Navidad y por eso se abre paso en nuestra historia para amarnos, abrazarnos, purificarnos , renovarnos en nuestro mundo de relaciones humanas deterioradas por la violencia y, de este modo, revitalizar la dignidad de cada persona para que todos podamos vivir en la paz y la justicia, que sostienen con un verdadero desarrollo integral. Éste no se consigue con meros discursos, decretos o buenas intenciones, si no con el trabajo de cada día en la promoción de la auténtica familia y en la creación de proyectos inteligentes de políticas públicas que generen riqueza para beneficiar a los más necesitados.
Jesucristo, nacido como toda persona pero sin pecado, revela y manifiesta la grandeza de cada ser humano y llama a cada creyente y a todo ciudadano para promover, respetar y defender esta dignidad como fundamento del auténtico desarrollo integral. Esta dignidad tiene que ser respetada por cualquier tipo de autoridad y por toda la ciudadanía en general, pues buscar el desarrollo violándola es permanecer en la pobreza y en el engaño permanente. La ola de violencia, inseguridad y las políticas abortistas son un claro signo que no se respeta por nadie el derecho a la vida y la dignidad de la persona.
Jesucristo es la Navidad, pero sobre todo representa un signo luminoso del amor divino que ilumina a todos para reconocer que el respeto de la vida y la promoción de la dignidad persona son la primera y urgente meta de todo auténtico proyecto de la nación mexicana. El derecho a la vida no se puede negociar bajo condición pues sería destruir el derecho fundamental de todo.
Jesucristo es la Navidad para que todo México y Veracruz sean promotores de la vida y de la dignidad humana hasta alcanzar la justicia y la paz. No hay otro camino para la verdadera transformación de nuestra patria.