Personas como el luchador y revolucionario César Augusto Sandino nos dejan lecciones de vida, pero la más importante es que los ciudadanos no debemos ser espectadores, sino que tenemos que ser agentes de la historia, afirmó el sacerdote Alejandro Solalinde Guerra, durante la develación del busto restaurado del líder nicaragüense, en el parque que lleva su nombre.
En el marco del homenaje por el 85 aniversario luctuoso de “El Héroe de Nicaragua” que organizó el Archivo General del Estado en colaboración con el Ayuntamiento de Xalapa, destacó que Sandino fue hombre que creyó y luchó por la libertad.
Recordó su viaje al país centroamericano justo antes de que derrocaran al dictador Anastasio Somoza García: “Llevamos ayuda humanitaria, estaban en guerra aún, lo que me impresionó fue ver a Daniel Ortega, combativo, como símbolo de los jóvenes que querían cambiar. Hace poco volví, y me encontré con que aquel luchador era ahora Daniel Somoza porque se tragó lo que combatió y se convirtió en un dictador cualquiera que reprimió y encarceló a los jóvenes”.
En ese sentido, dijo que, para no convertirse en esos Daniel Ortega se debe corregir el rumbo, ya que “somos una generación que ha perdido la memoria histórica, no nos sentimos conectados con nuestras raíces indígenas, renegamos de ellas, incluso las insultamos. Pero tenemos el cordón umbilical con nuestros hermanos de América: nuestra historia es su historia y su suerte”.
Fuente y foto: AVC/eap
