Amber Haggerman fue una niña secuestrada y asesinada en Texas y a más de 20 años de este trágico suceso, los protocolos de la alerta que inspiró, siguen siendo empleados en la actualidad.
Cada vez que un menor de edad desaparece, ya sea porque está perdido o fue secuestrado, cada minuto que transcurre es de suma relevancia para dar con su paradero y evitar trágicas historias.
Cuando un niño o niña desaparece, cada persona que pueda colaborar es de vital importancia en el caso, por lo que se emite un reporte de búsqueda conocido internacionalmente como Alerta AMBER, pero ¿de dónde provienen estos protocolos de rastreo?
Amber Hagerman, la niña de 9 años estremeció a Texas en 1996, pues fue secuestrada mientras jugaba en su bicicleta en los suburbios de la ciudad de Dallas.
La noche del sábado 13 de enero de hace 24 años que Amber Hagerman y su hermano menor jugaban en el estacionamiento de una tienda del centro de Arlington, y a tan sólo 10 minutos de estar solos, la pequeña fue raptada por un hombre grande que la subió a una camioneta negra, esto de acuerdo con las declaraciones del único testigo: Su hermanito.
Lamentablemente, la pequeña fue localizada muerta cuatro días después cuando un hombre paseaba a su perro y encontró el cuerpo de la pequeña degollado en un canal de aguas negras. Lamentablemente el responsable jamás salió a luz.
La indignación estremeció a Texas, principalmente ante la notoria falta de un sistema efectivo para atender los reportes de robo o extravío de niños en ese entonces.
Tras el caso de la pequeña, autoridades estadounidenses se cuestionaron la viabilidad de pedir el apoyo de la ciudadanía para dar con el paradero de un menor desaparecido, fue así que nació la famosa Alerta AMBER.
A tan sólo un año del caso que cimbró a Texas, las autoridades del estado determinaron que la policía debía trabajar de la mano con la ciudadanía para recabar datos de particular importancia para dar con el paradero del o la menor en cuestión.
En octubre de 1996 fue emitida la primera alerta de este tipo, consistió en emitir boletines a través de la televisión, la radio y boletines impresos por toda la ciudad.
Más tarde, la legislación de Texas comenzó a modificar la alerta para solicitar y emitir datos precisos del menor desaparecido, como la foto, su información y señas particulares, además de datos del lugar donde fue visto por última vez y medios de contactos en caso de que alguien lo hubiera visto.
Fuente:Heraldo/abv
