En la esquina de Zaragoza y esteban Morales un inmueble que lucía repleto de ropa para dama caballeros y niños, está vació en su totalidad, sin muebles, sin estantes y sin la ropa que le daba color a la esquina, ahora sólo queda un espacio cercado por cristales.
En la avenida Independencia, negocios de varios giros, venta de ropa, accesorios para celular, chácharas y otros enseres han cerrado sus puertas.
A unos metros del zócalo de Veracruz, un conocido restaurante también cerró.
En los pocos negocios que se mantienen abiertos, no hay gente que compre, están vacíos, los empleados recorren los pasillos una y otra vez y no aparece el cliente.
Las mesas de los restaurantes también están vacías y acomodadas, en Los Portales, varios negocios han cerrado, la explanada está limpia, sólo dos locales mantienen activo el negocio.
En la iglesia las bancas están solas, no hay nada, no hay celebraciones porque la misa la transmiten por internet y en redes sociales.
A las afueras de la catedral las personas que viven de la caridad también se han ido, sólo uno sentado bajo una sombra del café de enfrente cuando escucha a las personas acercarse, clama una ayuda.
En las calles y avenidas de Veracruz, el tráfico es poco, se ven vacíos, en un día normal hace tres semanas las banquetas estaban llenas de las personas que acudían a socializar, ahora lo que sobra es espacio para caminar y cajones de estacionamiento.
