Previo a la explosión en el puerto de Beirut, ocurrida el martes, Líbano acumulada ya un año de afectaciones que había sumido el país en una profunda crisis económica y social.
La explosión de un depósito con dos mil 750 toneladas de nitrato de amonio almacenadas de manera insegura en la zona del puerto dejó, según el último reporte, 135 muertos y el temor de que sean muchos más. Los heridos sumaban cinco mil.
El daño y la devastación que provocó a kilómetros de distancia han dejado a unas 300 mil personas sin hogar, un tercio de la ciudad ha sido afectada y las autoridades reconocen que la zona del puerto "ha dejado de existir".
Ahora no solo el aumento de los contagios de COVID-19 ha puesto a los hospitales en dificultades para atender a los enfermos y ahora se enfrenta a la llegada de miles de heridos por la explosión.
Cientos de personas se han visto desplazadas con sus hogares reducidos a cenizas en cuestión de segundos.
Líbano ahora atraviesa sus peores momentos desde la larga guerra civil que duró de 1975 a 1990.
Rami Ruhayem, periodista de BBC en Beirut, afirmó que "Líbano importa la mayor parte de su comida. Su economía lleva casi un año en caída libre y crecen los temores de que se produzca una situación de inseguridad alimentaria".
Ahora, con la explosión, todo el grano almacenado en el puerto se ha perdido.
Lo ocurrido el martes tendrá importantes consecuencias económicas puesto que la destrucción del principal puerto del país dificultará el suministro de alimentos en el futuro.
La zona del puerto de Beirut era una de las más habitadas y empobrecidas de la ciudad.
Todo lo anterior se suma a la crisis financiera y la hiperinflacipon en Líbano, que pasa por su peor crisis económica desde el final de la guerra civil.
Fuente:BBC/Foto:Archivo/JAC
