Directivos e investigadores de la UNAM piden no disolver fideicomisos: es un atentado

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Directivos e investigadores de la Univerisdad Nacional Autonoma de México (UNAM) demandaron a través de una carta al Congreso de la Unión no desaparecer los fideicomisos, argumentando que sería un atentado a la creatividad y condenarán el bienestar de la sociedad mexicana, entre otras cosas.

A continuación la carta:

En la actualidad, la soberanía de las naciones no está dictada por sus fronteras, sino por su desarrollo en educación, ciencia y visión humanista de la sociedad y relación con el entorno.

Países desarrollados, potencias económicas con bienestar social que sufrieron el desgaste y consecuencias de guerras que les afectaron fuertemente, se han levantado gracias a que han colocado no sólo interés, sino recursos financieros en el desarrollo de la ciencia y la tecnología y, con ello, en la educación de su niñez y juventudes.

México no ha sufrido los efectos de las grandes guerras de las últimas ocho décadas, pero tampoco ha invertido de manera importante en educación, en investigación de ningún área del conocimiento, ni en tecnología y tampoco en salud. Esto ha incrementado nuestra dependencia de otros países, claramente mostrada durante esta pandemia. No es una sorpresa que, en la actual crisis sanitaria, buscamos estar entre las primeras naciones en recibir las vacunas que beneficien a la ciudadanía, pero lamentablemente, esta acción muestra nuestra debilidad y dependencia a recibir ayuda externa, siendo que contamos con recursos humanos talentosos e instituciones de investigación de alta calidad que, con el apoyo necesario, pueden hacer que México no solo deje su estado de dependencia, sino que se ubique en una situación autónoma y de vanguardia.

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su artículo tercero establece que: “…toda persona tiene derecho a gozar de los beneficios del desarrollo de la ciencia y la innovación tecnológica. El Estado apoyará la investigación e innovación científica, humanística y tecnológica, y garantizará el acceso abierto a la información que derive de ella, para lo cual deberá proveer recursos y estímulos suficientes, conforme a las bases de coordinación, vinculación y participación que establezcan las leyes en la materia; además alentará el fortalecimiento y difusión de nuestra cultura”. De acuerdo con la Ley de Ciencia y Tecnología, se requiere que el gobierno destine el 1% del PIB para ciencia y tecnología, hecho que al día de hoy nunca ha sucedido, por lo que con la propuesta de disolución de 109 fideicomisos se produciría un gran daño a la nación.

Cada vez que surge una nueva crisis global, como la emergencia sanitaria y económica que enfrentamos actualmente, todos miran a la ciencia y tecnología para encontrar soluciones, porque todos saben que las soluciones existentes para crisis pasadas se han encontrado en éstas. En el caso de la atención de desastres, México sufrió las consecuencias fatales de los sismos de 1985 y, a partir de ese año, desarrolló un sistema nacional de Protección Civil, inspirado en la solidaridad y fuerza de voluntad de las y los mexicanos. El desarrollo nacional ha venido aumentando en las tareas de protección civil con un apoyo fundamental en la ciencia básica. El dedicar un fondo específico para prevenir desastres, ha sido uno de los logros más importantes del país y ejemplo mundial, pues incluso, varias naciones desarrolladas carecen de este tipo de fondo preventivo y con frecuencia el caso de México ha servido de ejemplo para mostrar a diversas naciones un avance de política pública basado en la ciencia.

Nuestro país ha incrementado lentamente la inversión en ciencia y tecnología, y sus mejores logros se han basado en la existencia de estos fideicomisos. Los fondos garantizan la continuidad de los proyectos de largo plazo, pues trascienden los períodos sexenales y flexibilizan el uso de los recursos y los transparentan. El retroceso que representa la desaparición de fideicomisos que afectan el desarrollo educativo, cultural, científico y tecnológico sería un error del que le llevaría al país décadas para recuperarse. Los más de 68 mil millones de pesos que potencialmente podrían obtenerse para reasignar su gasto, derivados de la propuesta de extinguir 109 fideicomisos, representarían ingresos públicos disponibles de una única vez que adicionalmente no cubrirían el déficit público que se pretende subsanar. Sin embargo, los conocimientos científicos, la innovación tecnológica, los apoyos para prevenir y atender los desastres de todo tipo, así como para fomentar importantes actividades culturales, educativas y deportivas serían canceladas para siempre. Lo anterior, se traduciría en perjuicios sociales netos y duraderos. Existen alternativas para recabar ingresos públicos regulares, permanentes y con montos significativos, distintas al mero recorte de asignaciones presupuestales ya existentes.

La cultura, las artes, las humanidades y la salud también resultarán severamente afectados por esta iniciativa. La difusión de la cultura es un elemento de identidad nacional, creatividad y desarrollo integral del ser humano que ha sido, invariablemente, el sector más afectado por las políticas económicas del pasado. La cultura y las humanidades nos distinguen del resto de las especies vivientes del planeta, nos dan unicidad, identidad y sentido de pertenencia. Nos humanizan. Prescindir de los apoyos económicos que sustentan la investigación en este campo provocará, en el corto y mediano plazos, un empobrecimiento de la vida, y representará un atentado a la creatividad.

Es inconcebible que, padeciendo el mundo entero esta pandemia, y estando la sociedad mexicana tan afectada por ella, se proponga eliminar los apoyos económicos que alientan la investigación científica, puntal de los programas de salud en el mundo entero. México tiene capacidad para producir vacunas, técnicas de diagnóstico y equipos de tratamiento médico. Eliminar los fideicomisos en estos campos condenará el bienestar de la sociedad mexicana. Por lo anterior, de manera respetuosa los firmantes solicitamos al Congreso de la Unión no aprobar la disolución de los 109 fideicomisos. Reiteramos nuestro compromiso permanente con nuestro país al garantizar, atender y vigilar el cabal uso de los recursos del pueblo mexicano invertidos en estos fideicomisos. 

 

Fuente: UNAM/Foto: Archivo

Editor: Redacción xeu
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