Por las presuntas torturas a la periodista Lydia Cacho en 2005, un tribunal federal ordenó de nueva ordenes de aprehensión contra el exgobernador poblano Mario “N”, su jefe de la Policía Hugo Adolfo “N” y el empresario Kamel “N”.
Una magistrada del Primer Tribunal Unitario de Quintana Roo, instruyó de nueva cuenta la captura de los tres presuntos involucrados en el caso, luego de que el mes pasado las dejara sin efecto como parte de una sentencia de amparo que le obligó a reponer el procedimiento.
La organización civil Artículo 19 informó a través de un comunicado que apenas en noviembre el Tercer Tribunal Colegiado de Circuito en Cancún concedió un amparo a Marín, Karam y Nacif contra la orden de aprehensión librada originalmente el 11 de abril de 2019.
En ese amparo se ordenó a la magistrada cancelar dichos mandamientos judiciales y determinar si debía o no librarlos de nueva cuenta.
"En el marco del cumplimiento de dichos amparos la Magistrada del Primer Tribunal Unitario María Elena Suárez Préstamo volvió a girar las órdenes de captura", dijo Artículo 19.
"Con esta determinación, la Fiscalía General de la República de nueva cuenta tiene la responsabilidad de localizar y capturar a los funcionarios y empresario implicados en la trama para detener arbitrariamente y torturar a Lydia Cacho hace 15 años".
Cabe mencionar que, de acuerdo con el organismo no gubernamental, los tribunales aún deben revisar y determinar si las tres órdenes giradas cumplen con los parámetros establecidos en la sentencia del amparo que el tribunal colegiado concedió a los prófugos de la justicia.
En 2005, Lydia Cacho expuso en su libro Los demonios del Edén que los acusados eran los responsables de mantener una red de pornografía y prostitución infantil con niños y niñas de entre cuatro y 14 años de edad.
Meses después de su publicación, en diciembre, Cacho fue detenida por “difamación y calumnias”, este procedimiento se llevó a cabo en el estado de Quintana Roo y la llevaron a Puebla vía terrestre.
Posteriormente, la periodista narró que en el trayecto fue torturada psicológicamente por los oficiales, quienes amenazaron con abusar sexualmente de ella.
También señaló que cuando llegaron a Puebla, el trámite de su propuesta fue lento y tortuoso.
