En elecciones, no se debe escoger a un improvisado o a quien no tiene fama de honradez: iglesia

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El próximo 6 de junio de 2021 todos los ciudadanos tenemos una cita con la democracia. Será un día muy importante porque tendremos la responsabilidad de salir a votar para elegir a quienes desempeñarán una función pública. 21,157 CARGOS DE ELECCIÓN están en juego entre Diputados Federales, Diputados Locales, Gobernadores, Presidentes, Síndicos y Regidores Municipales así como juntas y Consejos municipales.   

Votar es un derecho y una obligación que no puede tener ninguna excusa, esa responsabilidad no se puede delegar a nadie. 

Es una elección muy importante para la que debemos prepararnos.

Para quienes somos católicos, participar en el proceso electoral es una obligación moral. A través de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI) se nos recuerdan algunos principios fundamentales que debemos cuidar en nuestra participación como son la promoción de la Dignidad de la persona humana, la búsqueda del Bien Común, la Subsidiariedad, la Participación Social y la Solidaridad entre otros. 

De acuerdo a la Doctrina Social de la Iglesia, la Participación Social “se expresa esencialmente en una serie de actividades mediante las cuales el ciudadano, como individuo o asociado a otros, directamente o por medio de los propios representantes, contribuye a la vida cultural, económica, política y social de la comunidad civil a la que pertenece”. 

La participación social es un deber que todos debemos cumplir conscientemente, de modo responsable y buscando el bien común. Esta participación social en el caso del proceso electoral tiene varios momentos importantes.

Es necesario participar en el proceso electoral que se aproxima. Hay al menos cuatro acciones principales: 

1.    Informándose y conociendo a los diferentes candidatos así como sus propuestas, los principios que los mueven y sus plataformas. 

2.    Haciendo un discernimiento a la luz de las propias convicciones para decidir el sentido de nuestro voto. Este discernimiento es fundamental y desde luego es un asunto personal. 

3.    Votando en forma libre, responsable e informada. No es lícito comprometer el voto porque alguien te ofrece una dádiva. Los programas sociales que recibe la población no pueden usarse como chantaje o coacción para inclinar el sentido del voto de los ciudadanos. Si alguien quiere condicionar la ayuda que se te ofrece en un programa social a cambio de tu voto lo debes denunciar. Eso es un acto de corrupción. El voto es libre y secreto. 

4.    Dando seguimiento a las políticas y programas que la autoridad legítimamente constituida realiza una vez que empieza su responsabilidad. 

La participación ciudadana se da antes, durante y después del voto.  

Por lo tanto, debemos prepararnos para salir a votar. Como se ha señalado antes  es necesario el conocimiento de las diferentes propuestas. Es importante conocer a los aspirantes, qué partidos políticos o grupos están detrás, qué plataforma o principios los respaldan y en el caso de los candidatos es muy importante conocerlos también, será necesario saber si cuentan con experiencia y si han dado resultados en los servicios o encargos que se les han confiado, si es una persona competente o si tiene aptitudes para desempeñar una función pública. 

Un funcionario público es una persona a la que se le confían los bienes de la comunidad, será por lo tanto un administrador y se le tendrá que exigir que dé resultados. No se puede ni se debe escoger a un improvisado o mucho menos quienes no tienen fama de honradez. Lamentablemente la política se ha convertido para algunos en un jugoso negocio.   
 
La elección que se aproxima es muy importante, debemos prepararnos y participar. Nuestro país nos lo exige. 

 

P. José Manuel Suazo Reyes

Editor: Redacción xeu