¿Quién no de nosotros somos aficionados a los tacos de todo tipo y de cualquier guisado? Solo basta con pedirlos, tomarlos con nuestras manos y comerlos sin ninguna complejidad hasta quedar satisfechos.
Pero, ¿qué hay detrás de un taco y lo que se tiene qué hacer para poder degustarlos?
Mariana Muñoz García tiene ya 23 años trabajando en la preparación y venta de tacos en la ciudad de Boca del Río, y ella nos cuenta cómo es un día en la vida del…taquero.
Es dueña junto con su esposo Julio de este negocio que se ubica en la calle Viveros esquina Palmeras, el cual por la cantidad de tiempo que llevan cuentan con una clientela bastante grande que llega de toda la zona conurbada prácticamente.
De lunes a viernes se levantan a las cuatro de la mañana para empezar a preparar cada uno de los guisados que ofrecen a la gente y que son muy solicitados por quienes llegan todos los días, y es que asegura que nunca ofrecen algún producto refrigerado y siempre la comida es del día y caliente.
Así comienzan su día, y a las ocho de la mañana se trasladan al punto para colocar su carro en una esquina, y básicamente a las nueve ya tienen a sus clientes para desayunar sus tradicionales tacos para terminar entre una y dos de la tarde.
Mariana cuenta que, tras la pandemia dejaron de vender cinco meses, y tuvieron que adaptarse a llevar sus tacos a domicilio, sin embargo, no se comparó en ningún momento a lo que siempre venden, ya que disminuyó hasta un 70 por ciento su clientela.
“Pasa lo de la pandemia a partir de marzo, y nos cerraron el negocio cinco meses, estuvimos 5 meses sin trabajar y obviamente fue muy difícil. Intentamos vender a domicilio, pero pues obviamente nuestros clientes están acostumbrados a venir al negocio, a comer calientito, y entonces sí fue un poquito difícil”.
Después de ese tiempo, donde no dejaban de levantarse a la misma hora pero llevando su comida casa por casa, les permitieron volver a su local, donde hasta la fecha reconoce ha sido complicado recuperarse al nivel de ventas que tenían, pero aún así, dicen ser afortunados de volver a donde siempre.
