La química fármaco bióloga, Carol Perelman, indicó que un medidor de bióxido de carbono es útil para reducir el riesgo de contagio de COVID-19 en un espacio cerrado, ya que mide la calidad del aire.
En entrevista para XEU Noticias, la especialista explicó que un medidor de bióxido de carbono, "es una manera indirecta de mas o menos darnos una idea de cuánto aire respirado estamos respirando y si estamos respirando mucho aire respirado, aumenta el riesgo que alguna de esas personas podría estar exhalando virus".
Indicó que cuando se detecta que el dióxido de carbono está aumentando en el medidor, se deben abrir puertas y ventanas para que entre aire nuevo.
Afirmó que los establecimientos deberían de quitar "las medidas que no tienen sentido, como tapetes de cloro o rociar de diferentes sustancias a las personas y enfocarse en la calidad del aire, que si importa".
Explicó que en espacio cerrado no debe haber más de 300 partes por millón de partículas de bióxido de carbono.
Añadió que los medidores de bióxido de carbono tienen un costo de entre mil 500 y 2 mil 500 pesos en páginas de internet. Sin embargo, no es necesario si los espacios están bien ventilados.
Aclaró que estos artefactos no detectan si hay COVID-19, sin embargo, ayuda a saber que tan seguro es el aire es un espacio.
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