Ciudadanos que se identificaron como militantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se "deslindaron" de la dirigencia estatal y acusaron a líderes del tricolor de tráfico de influencias para meter a sus allegados a la nómina del Ayuntamiento de Veracruz.
La Líder estatal del movimiento territorial en el estado de Veracruz por el PRI, Irene Aragón Santiago, acusó directamente a la única regidora de su partido, Belem Palmeros Exsome, de operar directamente esos movimientos desde Palacio Municipal.
"Hay un joven que se llama Jorge Herrera, porque con nombres, que trabaja en Pemex 15 días y está en la regiduría de Belem; hay un joven que se llama Óscar Lagunes que tiene plaza en el Regional (Hospital) y está en la regiduría; no se vale que sigan engañando a la militancia".
Señaló que su compañera de partido, Guadalupe Ochoa Candiani, el 5 de enero "se puso" a reclutar papelería, como si fuera titular de Recursos Humanos, para después entregarle la documentación al director de Gobernación del Ayuntamiento.
"Siempre he sido una mujer muy clara, no tengo nada que perder, seguimos en el PRI trabajando, pero como siempre he dicho, el vivo habla hasta que el tonto habla y dejamos de ser tontos de ellos; se han despachado hasta con la cubeta, por eso es que el PRI está como está".
Le pidió al presidente del Comité Ejecutivo Estatal, Marlon Ramírez, evitar que Daniel Galindo, "quien tiene a su esposa trabajando en la Secretaría del Bienestar", sea nombrado como "delegado" para las elecciones de las agencias municipales porque "se queda con el dinero".
Indicó que al menos 20 personas fueron colocadas en diferentes puestos municipales. Rechazó que ellos busquen ingresar a trabajar a la administración municipal y negó que quienes hoy están inconformes hayan "operado" para otros partidos políticos en la pasada elección.
