Más allá del salario, la principal razón por la que el trabajador renuncia a su trabajo es por el jefe, afirma Jorge Pérez Izquierdo, director general Punto de Acompañamiento Empresarial (PAE), compañía de capital humano con presencia en 12 países, desde Canadá hasta Argentina.
El experto subrayó que de acuerdo con estudios del sector, independientemente del sueldo base que puede ser bajo, la gente "se va" porque no se conecta con el trabajo, por lo que ahí cobra relevancia el modelo de empresas socialmente responsables.
Con la pandemia del COVID-19 en todos los sectores hubo cambios; los administrativos han podido adecuarse de forma remota desde sus casas y la productividad se ha mantenido o incluso ha incrementado, pero a su vez hay cansancio, indicó.
Dos años después de la contingencia sanitaria, los consorcios tienen que tomar en cuenta otros factores y hacer flexible el trabajo para mantener la producción y calidad idónea en sus centros laborales, explicó el especialista.
"Nos hemos dado cuenta que tenemos que cuidar la parte emocional de nuestros trabajadores para poderles ayudarles a mantener el ritmo y la productividad, esto no es un tema menor, suena a que siempre debemos de cuidarlos pero cambia mucho de los beneficios, cómo se pagan los beneficios o qué tipo de beneficios verán para que puedan disfrutarlos".
Sugirió que en la medida de lo posible se otorguen incentivos o compensaciones a los empleados, entre ellos apoyos psicológicos tanto para el trabajador como para su familia; y facilidades para que cumplan con su responsabilidades.
