Los policías federales sólo podrán hacer uso de las armas de mayor potencia o letales cuando reciban agresiones previas que pongan en riesgo su vida o la de terceros, de acuerdo con el Protocolo de Actuación de la Policía Federal sobre el uso de la Fuerza, que fue publicado en el Diario Oficial de la Federación.
Dicho protocolo establece que el uso de la fuerza pública deberá preservar al máximo la vida humana e integridad personal en operaciones de alto riesgo, y en caso de agresiones de la delincuencia, procurará causar el mínimo daño que sea posible o previsible.
Determina que cualquier otro tipo de actividad delincuencial deberá ser manejada sin fuerza letal y destaca la obligación de utilizar equipo de video y fotografía, en algunos operativos, a fin de sustentar la actuación de esta corporación.
Cabe destacar que la elaboración del protocolo fue acelerado a raíz de los casos Tanhuato y Nochixtlán.
