Modificar la Ley General de Biodiversidad no solo dañará a la actividad pesquera del País, también afectará a la educación en sus diferentes niveles, afirmó la auxiliar del Acuario del Zoológico de Guadalajara, Fátima Briones Llerenas.
"Por ejemplo, nosotros recibimos grupos (de estudiantes) desde kinder, hasta la cuestión profesional, y obviamente es un impacto muy fuerte en la educación de los niños".
Consideró como "malo" que los legisladores avalen la modificación al artículo 53 de la Ley de Biodiversidad, en donde se establece la prohibición sobre el aprovechamiento extractivo con fines de subsistencia o comercial de elasmobranquios, subclase que comprende, entre otros, a la mayor parte de los tiburones y mantarrayas.
"Te voy a dar un ejemplo: yo durante todo el tiempo que cursé la carrera de Biología me enfoqué a las partes marinas, he buceado muchas veces y nunca vi un tiburón en vida libre, después que entré al acuario" tuvo la oportunidad de conocerlos.
Lo mismo ocurre con los estudiantes, si no es en un tiburonario, adaptado en un acuario, es poco probable que puedan observar un tiburón en mar abierto. Conocerlos de cerca y tener cercanía con esa especie, permite estudiar su vida a profundidad.
Hizo un llamado a los legisladores a acercarse a los especialistas que laboran en los acuarios del País, "porque creo que carecen de información de la labor de cómo se trabaja, de cómo funcionan los acuarios, qué importancia tienen".
En el Acuario del Zoológico de Guadalajara, Jalisco, están bajo resguardo nueve ejemplares: seis tiburones "punta negra" (Carcharhinus melanopterus); uno "aleta de cartón" (Carcharhinus plumbeus); y dos "gata" (Ginglymostoma cirratum).
Con información de Joel Cruz/cna
