Un motociclista y su esposa encontraron la muerte durante la tarde del viernes cuando un trailer los atropelló en la carretera Coatzacoalcos–Villahermosa, a la altura del rancho “Las Palomas”, dentro de territorio del municipio de Moloacán.
Sobre la carretera Costera del Golfo, a la altura del kilómetro 16+500, un hombre identificado como Juan Carlos López Jiménez iba a bordo de una moto acompañado por su esposa cuando presuntamente intentó entrar en los carriles de esta vía de comunicación, lo que ocasionó que fuera impactado por una unidad de carga.
El conductor del tractocamión tipo Kenworth, color azul, con placas 40AC6T, que transportaba azúcar en costalillas, se detuvo poco más adelante al percatarse del accidente, sin embargo, en poco tiempo salieron decenas de personas de comunidades cercanas y hasta quienes iban en tránsito para hacerse con el preciado y dulce botín, ya sea a pie, en carretillas, autos, triciclos o motos.
Mientras los cuerpos sin vida de los motociclistas yacían sobre el pavimento, la zona alrededor parecía una escena de guerra: decenas de manos y pies estaban organizadas, pero para pasarse entre sí las costalillas de 50 kilogramos cargadas de azúcar. Había incluso mujeres que colocaron el costal sobre su espalda y sacaron la fuerza para llevarlo a cuestas con el fin de llevarse un poco del producto, mientras que las ‘menos fuertes’ se ayudaron entre dos para arrastrar el costal por la carretera.
El camión nunca volcó y la caja estaba cerrada, por lo que fueron los pobladores de las localidades de Moloacán los que decidieron violar el seguro para hacerse con el botín, mientras que en los actos de rapiña también participaron jóvenes y niños, de manera de que nadie se quedara sin un poco de azúcar.
Tras los actos de rapiña, que se estima fueron de 30 toneladas de azúcar, finalmente llegó la Policía Federal de Caminos así como personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) y Servicios Periciales para realizar el levantamiento de los cuerpos del infortunado hombre y su pareja que quedaron una cuneta y que habían sido cubiertos con una sábana blanca.
Serán las autoridades correspondientes las que deslinden la responsabilidad correspondiente al conductor de la unidad de carga que, además de ser parte del trágico hecho, resultó con su carga robada casi en su totalidad por personas aprovechadas.
Fuente: AVC/
