La caravana que atraviesa la República Mexicana y que proviene mayormente de Honduras, sigue su paso por el estado de Veracruz para llegar este mismo domingo a la Ciudad de México.
Ellos dicen no se rendirán. Agradecen enormemente el apoyo que el pueblo mexicano les ha brindado en todos los lugares donde han pasado, y se encomiendan a Dios para poder llegar a la frontera con Estados Unidos.
Uno de ellos, Jorge Augusto Lobos Salguero, asegura que Dios, estará tocando el corazón del presidente Donald Trump, y los ayudará para continuar su vida y sueño americano en aquel país.
“Vamos confiando en Dios de que él (Donald Trump) va a tomar esa decisión de ayudarnos, y confiamos en Dios de que él va a tocar el corazón de Donald Trump”.
El principal motivo por el cual dejaron Honduras dijo, es por la enorme inseguridad que existe en donde habitaban, ya que tenían en que mataran a él o su familia.
Además, la moneda indica está devaluada, por lo que cada vez vale menos y la situación económica afecta en demasía a las familias.
La señora Melsi Duon, dejó a cinco hijos en la ciudad de La Atlántida, Honduras, el mayor de 20 y el más pequeño de 11, a quienes decidieron dejar por el riesgo que representaba este “viacrusis”.
Ella espera poder encontrar refugio en Estados Unidos, y más adelante volver por sus hijos para estar juntos una vez más.
Este domingo cientos de migrantes viajaron en tráileres, fueron atendidos en el municipio de Córdoba, y siguieron su camino a Puebla, pero sobre todo a la Ciudad de México.
