Opinión

Cuidado con los pecados

Por Ramón de la Peña


 

Antes de que se iniciara la Cuaresma recibí un mensaje de un colega y amigo en el que destaca la necesidad de hacer una reflexión aplicable a la política (dado que ya pronto iniciaran los procesos electorales) y también aplicable a las empresas y negocios y a nuestra vida personal. Esta reflexión nos la pide que hagamos primero una reflexión de los pecados en los que nos podemos involucrar y que por lo tanto debemos de evitar 

Inicia mi colega destacando los 15 pecados de la Curia Romana que el papa Francisco resaltó en diciembre pasado:

1. Sentirse inmortales, inmunes e indispensables.

2. Excesiva laboriosidad.

3. Inflexibilidad mental y espiritual.

4. Burocratismo y planeación excesiva.

5. Mal trabajo en equipo.

6. Alzheimer espiritual.

7. Rivalidad y vanagloria.

8. Esquizofrenia asistencial.

9. Crítica y chismes.

10. Divinizar a los jefes.

11. Indiferencia a los demás.

12. "Cara fúnebre" (no ser alegres).

13. Acumular bienes materiales.

14. Círculos cerrados.

15. Transformar el servicio en poder y éste en mercancía.

Como podrán ver muchos de estos pecados nos aplican a muchos mexicanos y a muchos jefes que tienen un liderazgo prolongado.

Después mi colega destaca los 15 pecados más comunes de las personas que se dedican a la política:

1. No rendir cuentas de cómo usan nuestro dinero.

2. Hacer obras chafas y tardadas.

3. Privilegiar a la compañía "del compadre".

4. Gastar ineficientemente.

5. Bipolaridad convenenciera: todo para mí, nada para el ciudadano.

6. "Resolver" problemas con comités y no ejecutando soluciones.

7. Robar al erario y pedir moches, enriqueciéndose "explicablemente".

8. Alzheimer sobre compromisos y promesas.

9. Privilegiar la lealtad sobre la eficiencia, actuando como cárteles.

10. Gastar en su imagen en lugar de en obras.

11. No aceptar cuando se equivocan, insultando al ciudadano con excusas cantinflescas.

12. Promover al cuate y no al más apto.

13. Impartir justicia beneficiando "al que paga".

14. Provocar caras fúnebres en los ciudadanos, mientras ellos viven alegremente como reyes.

15. Sentirse inmortales, inmunes o hasta indispensables.

Posteriormente nos pide revisar los pecados de los negocios y empresas, y nos pregunta: ¿Qué les parecen estos 15 pecados del mundo corporativo? Espero que no les sean familiares:

1. Elegir la idea del jefe y no la mejor.

2. Aplastar a los que se atreven a cuestionar.

3. Castigar al que intenta y falla.

4. Buscar avanzar con grilla y no con trabajo.

5. Desconocer lo que sucede en la industria global y lo que hacen los competidores más avanzados.

6. Ignorar comportamientos no éticos cuando éstos son rentables.

7. Privilegiar la utilidad de corto plazo por la salud del mediano.

8. Motivar sólo con palabras y no con incentivos extrínsecos e intrínsecos.

9. Abandonar la investigación y el desarrollo para enfocarse sólo al marketing.

10. Ignorar las quejas y sugerencias de clientes (presenciales y en línea).

11. Dejar sin poder de decisión al personal que tiene contacto directo con los clientes.

12. Burocratismo y planeación excesiva (parálisis por análisis).

13. Mal trabajo en equipo.

14. Inflexibilidad y esclerosis estratégica.

15. Sentirse inmortales, inmunes o hasta indispensables.

Pero la pregunta esencial que se hace y nos hace es la siguiente: ¿Qué hacer con tanto pecado? Vayamos por partes nos dice:

1. "Con los políticos: identificar al pecador y convertirnos en la voz de su inexistente conciencia. Quejarse, denunciarlos en redes sociales, escribir una carta a nuestros diarios, etc. Que el grillo pecador no tenga que morir para irse al infierno. Lograr que él o ella nos paguen en vida. ¡Ya estuvo bueno de ser mártires!"

2. ¿Y con los pecados corporativos o los personales? "Hacer un autoanálisis. "Una Curia que no hace autocrítica y no se actualiza y no intenta mejorar es un cuerpo enfermo", sentenció el Papa en su discurso".

Termina diciéndonos: "Así, que a analizar y analizarse se ha dicho. Y si detecta alguno de estos pecados en su persona u organización, usted mismo póngase la penitencia. Tomemos medidas correctivas. Porque si no lo hacemos, el mercado lo hará por nosotros, ¿a poco no?," y termina diciéndonos:

"En un mundo de ladrones, el único pecado es la estupidez". de Hunter S. Thompson, periodista norteamericano.