Mi asesor de Santa Catarina, Katchumo, me pidió que le comentara mis reflexiones sobre el mensaje de González Iñárritu en la ceremonia de los oscares. Al analizar el mensaje de Alejandro veo que en esencia nos dice dos cosas: primero habla de nuestro gobierno y después del país en el que ahora vive:
"Finalmente solo quiero tomarme un segundo para dedicar este premio a mis compañeros mexicanos: los que viven en México, ruego porque podamos encontrar y construir el gobierno que merecemos". ¿Y luego? le preguntaría yo, ¿Qué quiere decir con Podamos encontrar? Porque del dicho al hecho debe de existir alguien capaz de hacer que las cosas sucedan.
Después continua diciendo: "y a aquellos que vivimos en este país, quienes somos parte de la última generación de inmigrantes en este país, espero que podamos ser tratados con la misma dignidad y respeto que aquellos que llegaron antes y construyeron esta increíble nación de inmigrantes”. Para nada menciona los grandes problemas que tiene ese país, sobre todo el que nos afecta grandemente: El gran consumo de drogas que existe en ese país.
Después me encontré la respuesta del presidente mexicano, quien también incluye dos partes en su breve mensaje, primero una felicitación y después un sueño que ojala lo aterrice en acciones concretas.
Primero nos dice: "Como país, nos enorgullece saber que mexicanos pueden triunfar, descollar, tener éxito, aquí y fuera de México... Pero luego nos dice su sueño: "porque como gobierno, hoy nos ocupa precisamente, sembrar las mejores condiciones, trabajar porque nuestro país tenga los mejores espacios, para que cada individuo pueda escribir sus historias personales de éxito, para que cada individuo pueda encontrar los espacios idóneos y óptimos para construir un sendero de triunfo y de realización personal", aseguró el mandatario.
Pero yo resaltaría que para que esto ocurra es necesario quererlo, poner a la gente capaz de hacerlo, y no quitar el dedo del renglón hasta que esto suceda.
Pero a mí me salto la pregunta esencial: ¿Qué gobierno merecemos?, después me pregunte y les pregunto;
1. ¿Si no estudio, merezco sacar un 10 de calificación?
2. ¿Si soy un pecador, merezco ir al cielo?
3. ¿Si no apoyo, ni quiero, ni cuido, ni educo a mis hijos, merezco que me quieran?
Me temo que el gobierno que tenemos es el que hemos permitido.
Claro sin olvidar que "el gobierno" de un país lo realizan personas. Por eso mi respuesta a la pregunta de Katchumo: ¿México tiene los problemas que tiene por las leyes, por la constitución, por los reglamentos? pues no le respondí, lo tiene por la gente que ha seguido el camino equivocado.
¿Y cuál es el camino correcto? entonces me cuestiona Katchumo, vino a mi mente le dije, el decálogo del desarrollo de Octavio Mavila Medina, quien al responder la pregunta ¿Porque hay países ricos y países pobres nos dice: Porque las personas tienen y siguen un decálogo de hábitos de comportamiento que los conduce en esa dirección y que crean una cultura que conduce al éxito. Al leer su decálogo veo que los hábitos que Octavio propone consolidar en nuestros países son los siguientes:
Hábitos básicos: Orden, limpieza y puntualidad.
Hábitos relacionados con el trabajo: Responsabilidad, amor al trabajo y espíritu de superación
Hábitos relacionados con los valores: Honestidad, respeto a normas y reglamentos y respeto al derecho de los demás
Imagínese un país, unos mexicanos, unos políticos, unos empresarios que sean ordenados, limpios, puntuales, trabajadores, responsables, con espíritu de superación, honestos, respetuosos de normas y reglamentos, respetuosos del derecho de los demás. Tendríamos un excelente país, un excelente gobierno dirigido por personas que si nos merecemos tener.
¿Quiénes son los responsables de los cambios que necesita nuestro país? ... los líderes en la familia, en las escuelas, en las empresas, en la comunidad, en los partidos políticos, en el gobierno, en las iglesias y religiones.
Dicen que el jefe hace al puesto, sin olvidar que primero se tiene que tener el puesto, por eso aunque es importante criticar, es m-más importante involucrarse y actuar desde dentro del ruedo no desde galería.