Opinión

Rasgos de una personalidad madura

Por Roberto Matosas


 

Rasgos o signos de que estamos ante una personalidad que tiene un cierto nivel de madurez según Enrique Rojas:

1) En primer lugar, un indicador importante es el haber prosperado con un cierto modelo de identidad. Significa que uno ha de crecer, siguiendo un ejemplo vivo que está fuera de uno y que, de alguna manera le atrae. A veces decimos de alguien: ¡”qué atractivo tiene”!, ¡”qué garra”! o¡”qué sello tan personal”! De eso se trata. Es necesario proponer modelos que sean atractivos, virtuosos.

2) Otro indicador importante de madurez es el conocerse a sí mismo. Enel dintel del templo de Apolo en Grecia había una inscripción que decía: “conócete a ti mismo”.  Esto significa que uno ha de tener claras sus principales  características (físicas, psicológicas, sociales y culturales). Así es posible conocer sus aptitudes y sus limitaciones.

3) Otro indicador es tener un cierto nivel de equilibrio psicológico; que consiste en una combinación entre corazón y cabeza. La personalidad madura es afectivo y racional a la vez, compagina dos ingredientes armonizados dentro de sí.

4) Otro indicador de la personalidad madura es tener un proyecto personal. La vida no se improvisa, se proyecta.  Y ese proyecto es importante que tenga coherencia interna, que dentro de él exista el menor número posible de contradicciones y tenga además un contenido fundamental. ¿Qué contenido? Pienso que los compartimentos esenciales de una vida buena son el amor, el trabajo y la cultura.

5) Otro indicador de la madurez de la personalidad es la Autenticidad. ¿A qué me refiero? Pues a la sencillez, a huir del aparentar. No tener dos o tres caras. Mantiene siempre una unidad en su personalidad.

6) Otro indicador es el autocontrol: El hombre de hoy está un poco amaestrado por el confort, repleto de comodidades, sin vibración que exija ningún tipo de esfuerzo. La vida sólo tiene sentido cuando se sirve a algo o a alguien, a un ideal. Sólo el que se posee a sí mismo será capaz de darse, de donarse y de alcanzar la realización personal.

7) La temporalidad. La vida es una operación que se realiza hacia delante. Influye el presente, el pasado y el futuro. La persona madura vive instalada en el presente, tiene asumido el pasado y vive empapada de porvenir. Muchas veces vivimos atrapados en el pasado (si no hubiera hecho esto o lo otro, si hubiera reaccionado así o “asa”) recreándonos en lo negativo. Hay que echar mano del pasado, sí, pero sólo tratando de sacar conclusiones positivas y vivir el presente (el hoy y ahora) proyectando el futuro.

8) Otro indicador de madurez que no quisiera dejarme en el tintero es tener sentido del humor. Echarle gracia a la vida. Ver uno su vida desde el patio de butacas y tener capacidad de reírse de sí mismo, de no agrandar los problemas. Uno evita así el venirse abajo y se pone por encima de las dificultades.