Opinión

Arte Nostra: El Cuarteto en el Clavijero

Por Ivonne Moreno


La música es un viaje inusitado. Ante cualquier sonido, el cuerpo y la mente reaccionan, se inquietan. Y de tales acciones traducidas a circunstancias, recuerdos, asociaciones, estados imaginarios, catarsis o delirios provocadas por allegros, andantes, adagios, los sentidos suelen volcarse en pasión, finos y vibrantes como las cuerdas de un instrumento sonoro.
 El músico al hacer suyo al receptor- escucha, a través de las piezas armónicas, se desnuda y entrega en cada concierto, mostrando su capacidad de entrega y dotes de ejecución, además de trasladarnos a horizontes multidimensionales de la vida.
De esta manera se conforman los caminos vastos de las notas, composiciones arreglos y proezas de creadores clásicos y modernos del calificado lenguaje de la Música.
Ello ha sido parte de la trayectoria del Cuarte Arte Nostra: Pablo Diemecke, ( violinista)Vera Koulkova ( violinista), Vitali Roumanov ( violonchelista) y Erika Ramírez (violista), virtuosos integrante de este ensamble, cuya trayectoria les ha valido presentarse en escenarios como Canadá, Estados Unidos y Europa, sin faltar desde luego importantes teatros en Veracruz y México.
Fue precisamente en el puerto de Veracruz, en el Clavijero, donde tuvimos la oportunidad de escuchar al Cuarteto Arte Nostra, la noche del 28 de junio, para disfrutar de la gala de su profesionalismo, por medio de un variado repertorio: Mozart, Joaquín Turina, Bernal Jiménez, Manuel M. Ponce, Pablo Saraste, Gory Cortez, Astor Piazzola y la composición de Israel Cahue, preliminar musical, concatenada con la gentileza y talento de Erik Ramírez Cahue, extraordinario violinista veracruzano de quien guardamos una dulce nostalgia, análoga a la calidez de una sonata.
Es a guisa de sonidos y vibraciones de cuerdas, como pudimos engarzar nuestras emociones con las del Cuarteto Arte Nostra, haciendo la noche permisible para memorar los sentimientos a veces guardados.
El Concierto fue una Gala Benéfica donde se implicaron interese altruista de VIFAC, A.C y su presidenta Luz del Carmen de Malpica, la coordinación de Leticia de Reyes y Fundación Sociedad Humanista A. C. presidida por Shelma Ramírez de Rodríguez.
El periplo ofertado por la Gala fue intenso, nos hizo un recorrido por el Palacio de Hofburg hacia los jardines de Andalucía caprichos vascos   por el México del siglo XIX y su música sacra y coral con Morelia y el romanticismo, nos dio un recorrido de las avenidas de Buenos Aires y por la geografía veracruzana encontrada dueña de ingenio.