María Eugenia Fernández Uscanga
Hace unos días leía sobre la importancia literaria de Virginia Woolf y su aportación a la narrativa. El hecho de la introspección de los personajes al escribir un texto, cambió el estilo de la gráfica y el modo de comprender a la escritura, he aquí la valiosa aportación de esta intelectual innglesa.
Confieso preferencias: Mrs Daloway, Tres Guineas y Flush así como algunos relatos cortos me encantan en el sentido de la descripción y la esencia humana como acto íntimos.
De modo similar entiendo el discurso lírico de María Eugenia Fernández, un encuentro con la naturaleza, su entorno, el amor, el tiempo y los otros.
Solo de tal manera se pueden explicar ciertas sensibilidades la vida tan desastrosa en varias de sus facetas, vivir por vivir no vale si no es por medio de las expresiones estéticas.
Va María Eugenia recopilando sensaciones:
Desnuda de ropaje
Vestida de palabras
Redescubriendo sus fuentes de vida
En cada poro de su piel sintiéndose bendecida…
El libro de Voces de Nostalgia es más un compendio de la misma autora, es su fiel autorretrato:
Mi alma se llena de júbilo
Mi alma se ahoga en lágrimas
Las risas y el llanto se mezclan
Sin razón ni causa…
En mi la flaqueza y la fuerza pelean
Por ganar la batalla
Y soy luz
Y sombras fingiendo fantasmas al alba…
Soy contradicción que se encarna
En el sexo que avala mi piel
Madre, hija, amante y amiga
Simplemente mujer…
Mujer, compañera, ciudadana envuelve en versos, los meses del año Enero tierno niño, febrero de liviandad, marzo caudal de amor, abril caramelo frugal, mayo florido y junio manzana sensual va llenando el calendario de María Eugenia para saciar el verano en tórridas canículas de frenesí, caracolas de Septiembre y de abrir ventanas para dejar entrar a las lunas de octubre, cuyo espíritu se recoge en noviembre y de vuelve soltarse en gozo para terminar los días frente al mar.
María Eugenia goza la hechura de los versos, los cose a largas telas, les pone botones, alforzas, pinzas para diseñar vestidos de rimas y con ellos trasmitir una gala de costura artística, celebremos pues con ella un ágape de letras.