Opinión

El dilema de las dos ranas

Por Roberto Matosas


Dos ranas estaban jugando juntas cuando de repente cayeron en un cubo de crema.

Una rana rápidamente se dio cuenta que no tenía ninguna manera de obtener el equilibrio y salir, por lo que poco después aceptó su destino y se metió debajo de la superficie y se ahogó.

Horrorizada, la segunda rana observó a su amiga se dio por vencida y murió.

Pero ella estaba decidida a no hacer lo mismo, sin dar pelea. No estaba segura de lo mejor que podía hacerlo, por lo que sólo se retorció, haciendo lo que podía para mantenerse a flote. Con el tiempo, empezó a notar que la crema se estaba estaba poniendo más gruesa y endureciendo. Se mantuvo pataleando y después de un tiempo descubrió que la crema se había convertido en la mantequilla y podía saltar fácilmente.

¿Cuál es el asunto a recordar? Lo qué sucede dentro de nosotros es tan importante como lo que nos sucede.

Todos nos enfrentamos a desafíos, eso es un hecho, en el liderazgo, en el trabajo y en la vida. Es la forma en que elegimos responder lo que hace toda la diferencia. Y eso puede ser difícil de entender, sobre todo cuando las cosas son difíciles.

Pero si no nos queremos ahogar tenemos que centrarnos en la acción que podemos tomar.

Aquí están algunas ideas útiles para ayudar a que la próxima vez que necesites batir la nata en mantequilla:

Centrarse en la ruta, no en el destino. La mayor parte del tiempo, no se puede saber cuál será el resultado. Y eso está bien. Incluso las peores posibilidades son rara vez tan graves como ahogarse en una cubeta. Los tropiezos y el fracaso son parte del éxito, así que pon tu foco en el resultado, en lo que puedes hacer, para que el miedo se concentre mejor en el camino a seguir.

Concéntrate en lo que tienes, no en lo que te falta. Ante un desafío, es fácil centrarse en lo que te estás perdiendo. Pero no hay mejor momento para hacer un balance de lo que eres y lo que tienes-dentro de ti y de lo que te rodea.

Concéntrate en lo que puedes hacer, y no en lo que no se puede. Siempre va a ser más fácil renunciar en lugar de luchar. Pero eso significa nunca seguir adelante, abandonar, empequeñecerse. Da una buena pelea y manténlo hasta el final.

Centrarse en contener el desafío y no ahogarse en el drama. Todos conocemos a alguien que parece magnificar todos los problemas que se encuentran. No seas esa persona. Si hay drama, alejarse. Si hay discordia y culpa, no participes. Mantén tu enfoque en la solución del problema en cuestión.

Concéntrate en confiar en ti mismo y no vaciles en tu interior. No permitas que nadie más tome decisiones por ti. Recuerda, parte del liderazgo es dar con nuevas formas de hacer y encaminar las cosas viejas. Sé la persona que muestra su liderazgo en tiempos de desafío.

Los desafíos son difíciles y aterradores. Pero, con el enfoque correcto, puedes ayudar a construir una versión más fuerte de ti mismo.

Conducirse desde dentro. Cuando te enfrentas a un reto difícil debemos enfocarnos en las cosas que podemos hacer algo al respecto, porque luchar con desafíos es una parte natural del crecimiento, el desarrollo y el liderazgo.

matosas@hotmail.com