Opinión

Discrepancia fiscal, aumento del efectivo y disminución en uso de las tarjetas de crédito en México

Por Ramón Ortega Díaz


 

La fiscalización a partir de la reforma fiscal del 2014 ha cambiado y ha impactado a la economía, uno de estas novedades (aunque no tan nueva) es la figura de la discrepancia fiscal. La discrepancia fiscal es algo tan sencillo de llevar a la práctica pero complicado para el contribuyente: si gastas más de lo que ganas ¿Cuál es esa fuente de ingresos extra? Por lo que deberás aclarar a solicitud del fisco en veinte días; de no aclarar se considerará como ingreso y se te determinará el impuesto correspondiente (Artículo 91 de la Ley del Impuesto sobre la Renta vigente): “también se considerarán erogaciones efectuadas por cualquier persona física, las consistentes en gastos, adquisiciones de bienes y depósitos en cuentas bancarias, en inversiones financieras o tarjetas de crédito.”

Pues bien, aunado a lo anterior, el fisco vigila las cuentas bancarias (incluye el pago de tarjetas de crédito) por lo que varios usuarios de la banca han optado por no utilizar el sistema financiero y manejar efectivo en sus operaciones; ya que en las modificaciones fiscales incluye también a los que no cuentan con Registro Federal de Contribuyentes (no están dados de alta) y su domicilio fiscal será donde tenga dado de alta para efectos bancarios.

El incremento del manejo de efectivo en la economía mexicana se plasma en el documento de Banco de México, en su informe trimestral Enero-Marzo del 2015, el cual se puede descargar en el siguiente link file:///C:/Users/DOA/Downloads/%7B5702711B-997A-2CA5-7042-8B57C41E40B1%7D.pdf y del que destacamos el siguiente párrafo: “Finalmente, se muestra evidencia de cambios en la dinámica de los retiros de billetes a través de cajeros automáticos y en el patrón de uso de los medios de pago distintos al efectivo, en especial de las transacciones con tarjetas de crédito. Además, se muestra que el incremento en la demanda de dinero fue relativamente mayor en las localidades ubicadas en los estados fronterizos, las cuales se vieron proporcionalmente más afectadas por la Reforma Hacendaria de 2014.”

En este documento se manejan cuatro puntos que tratan de explicar del porque se está incrementando el uso del efectivo derivado de la reforma hacendaria:

1.            Cambios en deducciones autorizadas sobre el ISR.

2.            Percepción de una mayor fiscalización.

3.            Incremento del IVA en la frontera.

4.            Reducción al monto máximo de cheques al portador (de 20 mil a 5 mil pesos).

Por lo que podemos concluir que la reforma fiscal efectuada genero más uso de efectivo, esto, para no ser detectados ni fiscalizados; o sea, la reforma fiscal generó más informalidad. Justamente lo que trata de combatir. En México hay 23 millones de tarjetas de crédito, por lo que es un universo de fiscalización interesante; esto ha modificado el manejo de la economía por el comportamiento del efectivo dejando en desuso las tarjetas de crédito. Esta situación ya se había manifestado en el anterior evento del “Buen Fin”.

Con la eliminación del Impuesto a los Depósitos en Efectivo (IDE) se pensó que se terminaría este procedimiento de fiscalización al no tener que pagar un porcentaje al fisco por los depósitos en efectivo; pues aunque desapareció el famoso IDE la obligación de informar por parte del Banco al fisco continúa. Hasta algunos establecimientos solo aceptan como medio de pago el efectivo, y si pides que te lo facturen, te dicen la famosa frase: “si desea factura, entonces sería más el 16% de IVA”.

Por lo que podríamos poner un simple ejemplo de esta fiscalización: Juan Pérez gana (declara) que percibe mensualmente diez mil pesos, pero sus pagos a las tarjetas de crédito suman al mes ochenta mil pesos; por lo que la pregunta sería ¿de dónde saca la diferencia de setenta mil pesos para pagar sus tarjetas de crédito? ¿De qué vive? ¿Cuál es el origen de sus recursos? Etc. Inclusive podría llegar a delitos de lavado de dinero.

Por lo que las recomendaciones son:

1.            Lleve un registro adecuado de sus operaciones

2.            Acreditar la procedencia y destino de los recursos

3.            Declare conforme a la ley

4.            Utilice los servicios de un contador público (de preferencia certificado)

5.            No preste sus tarjetas

Estas sencillas recomendaciones le ayudará en un futuro a no tener problemas fiscales, financieros e inclusive, hasta de carácter penal.