La renuncia de Joseph Blatter, presidente de la FIFA, termina descubriendo la magnitud de la corrupción en el organismo que representa la máxima autoridad en el futbol mundial.
Ese caso derriba grandes mitos para los mexicanos respecto a este tema y nos permite conocer un poco más las condiciones que permiten este grave abuso contra los intereses colectivos.
Son varias las conclusiones que podemos derivar de este caso para conocer el contexto que permite la corrupción.
Primeramente que la corrupción no es un asunto "cultural" como nos quieren hacer creer nuestros gobernantes, pues se da en cualquier país, incluso en los más evolucionados socialmente como los que representa cada uno de los acusados de FIFA.
Joseph Blatter es de nacionalidad suiza y los otros nueve directivos de alto nivel, -acusados de corrupción-, poseen diferentes nacionalidades, pues uno de ellos es inglés, otro norteamericano, otro más de Trinidad y Tobago y latinoamericanos el resto.
El poder absoluto estimula la corrupción. FIFA es un organismo que no depende de ningún país y sin embargo, tiene representantes en la mayoría de las naciones.
Sin embargo, lo más importante es que FIFA tiene el poder de convertir a cualquier país en "trending topic" global con sólo otorgarle la sede de un torneo internacional. Ello permite a sus directivos negociar ilegalmente la asignación.
La corrupción es un problema humano que refleja crisis de valores morales. Ahora se sabe que Blatter, -a sus 79 años-, era un activo "don juan", a quien la revista internacional Glam`mag había reconocido en su ranking anual como el hombre más sexi del mundo. Se dice también que tuvo un romance con la modelo Irina Shayk, ex mujer de Cristiano Ronaldo, estrella del Real Madrid y su pareja actual es 28 años menor que él.
Por tanto, para que la corrupción florezca con total impunidad ésta se origina en los más altos niveles y de ahí permeará a los de menor jerarquía.
La renuncia de Blatter se dio como derivación del anuncio del gobierno de Estados Unidos de estar investigando judicialmente a nueve directivos por corrupción y plantear que las sedes de Rusia y Qatar pudieran haber sido otorgadas bajo un esquema de ilegal.
El poder absoluto en cualquier organización, país o gobierno, corrompe, para lo cual debe modificar antes los valores morales de los individuos, que serían el freno para esta conducta delictiva.
La única forma de neutralizar e impedir la corrupción es la vigilancia y la exigencia de transparencia por parte de la sociedad, así como la creación de mecanismos judiciales de control autónomos e independientes, que estén por encima de la autoridad de quienes ejercen el liderazgo de una institución o gobierno, pues de no existir esta condición, se presta a la simulación.
Como conclusión y experiencia que nos puede dejar el caso de corrupción en FIFA para resolver la corrupción en México, es primeramente dejar de lado el mito de que ésta es un tema cultural que no tiene solución más que a largo plazo, a través de la educación.
Lo que se necesita es que de la sociedad surjan organismos fiscalizadores de perfil de ONG´s que exijan a los más altos funcionarios gubernamentales una conducta intachable respecto a las decisiones que pudieran representar riesgos de negociaciones opacas.
La corrupción no se combate con buenas intenciones y discursos, sino con vigilancia extrema y medidas judiciales en contra de los infractores. "Con el arca abierta hasta el justo peca".
