Opinión

Nuestros pecados

Por Ramón de la Peña


El problema más importante que tenemos en México, me vuelve a decir un colega rotario del club de San Nicolás, es que hemos sido infectados por cinco virus malignos: La permisividad, la ilegalidad, la impunidad, la ignorancia y la irresponsabilidad. La última vez que me lo comentó solo había mencionado tres virus: la corrupción, la desarmonía y la desconfianza, que sumándolos vemos que, efectivamente tenemos un gran problema social en nuestro país.
Al escuchar su comentario volvió a venir a mi mente una pregunta que me hice hace tiempo, y que ya se las había comentado: ¿Qué es lo que hace a una persona?. Dos cosas diría yo: Las decisiones y acciones que tomamos en el buen o en el mal sentido y los límites que nos auto impongamos, o nos autoimpongan en ese proceso de tomar decisiones y actuar de acuerdo con ellas.
Al internalizar limites negativos, estos se transforman en hábitos que inducen al mal comportamiento. Hace tiempo me enviaron un decálogo relacionado con los hábitos de comportamiento de un excelente dictador, el cual nos dice, para ser un excelente dictador necesitas:
1- Amar el poder más que a ninguna otra cosa. 2- Falsear y destruir cualquier persona que se oponga a tus deseos. 3- Celebrar fiestas en honor de tu gloria. 4- Enriquecer a cuántos estén a tu lado, incluidos padre y madre. 5- Utilizar la sangre para acallar las bocas que te juzguen. 6- Santificar tus actos, aún cuando sean crímenes 7- Te apoderarás de todo bien que te complazca. 8- Cubrir con la mentira el asesinato. 9- Alentar el pensamiento egocéntrico y los deseos más pasionales. 10- Considerar lo ajeno como propio: Lo mío es mío y lo tuyo es mío.
¿Cómo la ven estimados lectores? sin duda para mí este decálogo refleja el extremo de la cultura de permisividad, ilegalidad, irresponsabilidad e impunidad.
 El camino que deberíamos de seguir nos debe de conducir a internalizar los límites positivos, y hacer lo necesario para que se transformen en hábitos de comportamiento que nos hacen actuar como personas ordenadas, limpias, puntuales, con espíritu de superación, responsables, trabajadoras, honestas, respetuosas de normas y reglamentos y respetuosas de los demás, que nos permite reconocer, aceptar, apreciar y valorar sus cualidades y derechos.  
No caminar por esa senda nos conduce a tener una sociedad caracterizada por tener:
1. Líderes sin valores que son una amenaza para la comunidad y a veces hasta para la humanidad. Hitler y su gente casi acaban con el pueblo judío europeo. Lo cierto es que mucha gente muy educada trabajó y ayudó a Hitler en su trabajo destructivo. Ingenieros y técnicos muy capaces construyeron las cámaras de gas que fueron operadas por técnicos competentes y en este holocausto participaron médicos y enfermeras bien adiestradas. Sin duda un líder, un profesionista, una persona sin valores es una amenaza potencial muy importante.
2. Una gran impunidad, la cual es un excelente combustible y agente multiplicador para la irresponsabilidad, la ilegalidad y la corrupción.
3. Pero sobre todo una comunidad que acepta esos hábitos de comportamiento negativos como una parte importante de su cultura familiar, organizacional y comunitaria.
Efectivamente nos puede conducir a una Comunidad Agotada, como muy bien lo define Rosaura Barahona en su mensaje que ella tituló: "Generación Agotada"
¿De quien depende que no sea así? Usted qué opina estimado lector...