Opinión

Evaluación política bipolar

Por Ramón de la Peña


Me tocó asistir al informe de nuestro gobernador, durante el cual los representantes de dos partidos políticos hicieron una severa crítica de la actuación del gobernador, el resto de los partidos lo hicieron destacando positivamente las actividades realizadas, desde luego el diputado del partido al que pertenece el gobernador lo hizo muy positivamente.

Al ver esa polaridad de opiniones me pregunté, ¿Como habrían opinado estos diputados si el gobernador fuese Fernando Elizondo, candidato del partido Acción Nacional que perdió con el actual gobernador?, un amigo que asistió al informe, al hacerle esta pregunta me contestó, es muy probable que las opiniones serian al revés  

Entonces, le pregunté, ¿lo importante entonces es proteger al funcionario de mi partido y denostar a quien no lo es?, ¿No es importante hacer una evaluación objetiva del informe y destacar los logros positivos, lo que no se hizo correctamente y lo que falta por hacer? ¿Para quién trabajan nuestros diputados? ¿Para su partido o para los ciudadanos que los elegimos?

Intuyo, me respondí a mí mismo, que se les olvidó que el diputado es una persona electa mediante nuestro voto para representarnos en una Asamblea Legislativa, y quien supuestamente debe de defender las ideas y ayudar a resolver la problemática que enfrentan sus representados, a través de la discusión, aprobación y expedición de todo tipo de Leyes que beneficien a los ciudadanos del estado.

Desde luego para poder realizar esta tarea las leyes de nuestro estado los protegen plenamente, así ellos y ellas "Gozarán de libertad absoluta para manifestarse y en consecuencia son inatacables por las opiniones que manifiesten en el desempeño de su encargo y no podrán ser reconvenidos o juzgados por ellas por autoridad alguna".

Y aunque "son responsables por los delitos que cometan durante el tiempo de su encargo y por las faltas u omisiones en que incurran en el tiempo de su ejercicio, no podrán ser aprehendidos ni detenidos ni ejercitarse acción penal en su contra hasta concluido el procedimiento constitucional que decida su desafuero, la separación de su cargo y la sujeción a la acción de los Tribunales Comunes"

Platicando sobre el mismo tema con otro amigo que asistió al evento me dijo, "Lo que nos falta es la participación ciudadana, pues aunque los diputados son ciudadanos electos para defendernos pronto se "partidizan" y defienden más a su partido que a quienes los elegimos y pagamos su sueldo, prestaciones y gastos a través de nuestros impuestos" 

Su comentario trajo a mi mente la ley "participación ciudadana" que se estuvo discutiendo en nuestro congreso estatal, mediante la cual  se pretende establecer mecanismos como la consulta pública, la formulación de   presupuestos participativos, tener plebiscitos, referéndums, audiencias públicas, observatorios y consejos ciudadanos asesores y consultivos, para que la opinión ciudadana no sea una concesión de las autoridades sino que sea un mandato de ley para incidir en las decisiones de los Poderes del estado, más allá de que hacen los partidos políticos a través de sus legisladores y funcionarios públicos.

Pero la pregunta que me surgió de inmediato fue, ¿Como evitar que esta participación ciudadana no se partidice? tal y como ha ocurrido en organismos que inicialmente fueron ciudadanos como el Instituto Federal Electoral.

Una buena opción diría yo, es incluir en la ley que la participación ciudadana sea a través de organizaciones de la sociedad civil, tales como las cámaras empresariales y las asociaciones civiles.

Se puede empezar con ese mandato oficial de la participación ciudadana en los municipios, pues ellos son la única organización del gobierno en la cual el partido político al que pertenece el presidente municipal es el partido que siempre tiene mayoría en el cabildo, organización en las que se toman las decisiones para el buen gobierno de un municipio. Insistamos para que se apruebe y se aplique esta ley en todo el país, para evitar tener indignados activos en nuestras comunidades.