Opinión

Decepciones

Por Trixia Valle Herrera


¿Qué es la decepción? Resulta de la desilusión de quien espera algo y no lo obtiene, o que al obtenerlo, resulta que no es lo que pensaba o esperaba. Todas las decepciones son ideas. Locas ideas en nuestra cabeza sobre cómo deberían de ser las cosas, las situaciones o las personas, olvidándonos de lo más importante que es: amar lo que es.

Una gran amiga me hizo favor de regalarme este libro en mi cumpleaños “Amar lo que es” de Byron Katie y es un excelente comienzo para amar lo que es y quitar estas locas ideas sobre lo que debería ser. Yo sé que cuando tenemos hijos que nos requieren de tiempo, atención y cuidados, amar lo que es, resulta bastante complicado…

Tenías la idea de comenzar ese trabajo manual que amas hacer y cuando por fin se había dormido el bebé, sonó el teléfono, otro de tus hijos necesitaba algo de la papelería y al regresar ya el bebé se había despertado de mal humor y se acercaba la hora de la cena por lo que “adiós al proyecto personal”. Estas pequeñas “crisis de frustración” no son graves, más sí son constantes, lo que hace que cual bomba de tiempo, al cabo de resistir unas semanas: explotas ¡booooom!

Sentir frustración es normal. Es humano sentirnos así, pues dejar a un lado la idea que teníamos para el día -para otra ocasión- duele, porque nos conecta con la sensación que nada de nuestras cosas son importantes. Esto se hace más obvio y evidente cuando el padre de familia, la pareja, sigue con sus planes al pie de la letra y es “mamá” la que debe esperar para después.

Entonces ¿cómo se puede amar lo que es, si lo que es, nos hace sentir poco importantes? Sencillo, sólo es cuestión de cambiar la óptica. ¿Cómo? Es vez de validar nuestra importancia haciendo “lo nuestro”, nos podemos sentir importantes al darnos cuenta de que para esos pequeños seres, somos lo más importante ¡el mundo entero! Todo es cuestión de óptica.

Las preguntas son:

1.            ¿Es cierto que no soy importante? Sí porque nunca tengo tiempo para mí…

2.            ¿Puede estar absolutamente seguro que esto es cierto? Bueno no, en realidad le importo a mis hijos porque el otro día que me dolía la cabeza, todos ayudaron.

3.            ¿Cómo reaccionas cuando tienes este pensamiento? Frustrada, decepcionada y resentida.

4.            ¿Quién serías sin este pensamiento? Alguien más feliz y con menos decepción.

En realidad es sencillo, te invito a hacer la prueba de amar lo que es y dejar de decepcionarte.