Opinión

Detrás de la imagen: Fotografía o Arte

Por Ivonne Moreno


La mayoría de teóricos y expertos en artes visuales no sujetan el criterio de artístico a la captura de una imagen pero entonces ¿detrás de ella solo hay técnica a través de la luz?

Hoy en día a  la aprehensión de lo circunstancial: una sonrisa, un atardecer, el mar, sucesos de guerra, rostros de niños, la fauna entre otros aspectos de la vida cotidiana o con   algunos de tintes surrealistas, en cuanto al tratamiento o reproducción de la imagen, ¿podríamos considerarla simplemente fotografía?

El origen de la Fotografía también se ha discutido en cuanto a su historia, algunos hacen alusión a los referentes atados al siglo XIX, pero en la liga de la sujeción de imágenes por medio del sol o tratamiento estenopeico los datos se remonta a la Antigüedad y a los árabes.

La fotografía toma caminos sorprendentes cuando la perpetuación de seres humanos y eventualidades   quisieron ser estampados en papel sepia o blanco y negro durante los inicios de este discurso visual y entonces todos posaban para una cámara fija cuyo ejecutor se escondía detrás de un paño negro.

Las imágenes en movimiento también causaron revuelo en el campo visual y estético  desde la experiencia de  los hermanos Lumieré,  hasta las fotografías de hermosos cuerpos de ninfetas realizados por  Lewis Carrol por cierto mal mal juzgados en su tiempo.

No obstante las invenciones  fueron depurando la técnica fotográfica, desde el daguerrotipo, las soluciones de plata, el revelado y el cuarto oscuro, hasta la digitalización.

La lista es larga en cuanto a aportaciones de personas detrás de una cámara:  EduardWeston , Tina Modotti,  Curtis,   Capa, Cartier- Bresson,  Richard Avedon, Man Ray, Dorotea Lange ,Anne Leibovitz, , Diane Arbus, Cristina García Rodero, los mexicanos Manuel  y Dolores Álvarez Bravo,  Pedro Meyer,  Rodrigo Moya,  Nacho López, Graciela Iurbide, Carlos Jurado, entre muchos.

En Veracruz, campo fértil en este rubro destacan entre varios Manuel Salinas, el fotógrafo del registro del acontecer en el puerto con su gente, calles y plazuelas,  describiendo verdaderas crónicas de  panoramas urbanos y humanos;  Arissa Huerta la Fotógrafa Peregrina, ocupada de los rincones del estado, carnavales y fiestas y hoy abocada al estilismo fotgráfico, fija en color  un  permanente sentido de vida; Any Fernández plantea en  un amplio recorrido colorístico y visual  un registro de las tradiciones de la nuestras etnias    y de manera fija, lo ya no existente en nuestro entorno: el malecón, el muelle y los barcos del puerto.

Claudia Ortiz y Abraham Neri, involucrados con la fotografía de pasarela y los espacios pretéritos de la ciudad,  como los tranvías y el ex Penal de Allende, nutre de savia digital lo de apariencia desapercibida.

Daniel Padilla y su discurso alusivo a la gente típica veracruzana los novios y últimamente a cuestiones de compromiso social; Martín Bautista cuyos epítomes son el agua salada y los encantos   de la otrora ciudad amurallada,  Alberto Vázquez De la Medina quien con una propuesta abstracta logra por medio de su cámara, un lenguaje   casi táctil de personas, páramos, cañones y otros accidentes geográficos una fusión de elementos de variada movilidad óptica.

Lili Flores, la creadora de las criatura marinas, va ahora hasta el cielo retratando las fases de la luna, todos dueños y co-partícipes de imágenes de ensueño.

Las estéticas de los mencionados cambian en cuanto a cronologías y situaciones sociales, pero todas son denunciantes lo lúdicas sorprendentes, son asteroides  de luz para articular la sintaxis de este campo visual excitante.

Fotografía y arte, tratamiento y focalización son capullos y granadas de algo más allá de un simple click.