Opinión

Recomendaciones en una poesía-canción política

Por Ramón de la Peña


Hace tiempo escuche con mucho agrado esta poesía política de Luis Agile, la cual resume por un lado los reclamos ciudadanos que tanto hemos escuchado como también refleja el deseo de que las autoridades civiles cumplan con su deber con responsabilidad y honestidad. La poesía-canción se inicia diciéndonos:

"Yo soy un ciudadano, común y corriente, sólo tengo un voto,

Que usted me ha pedido, como a tanta gente, a la que ha convencido.

Y yo se lo he otorgado, esperando confiado, a que llegue ese día,

En que vea cumplido, al pie de la letra, lo que ha prometido.

Sé muy bien que no es fácil, gobernar todo un pueblo, sin tener problemas,

Repartir la riqueza, llevándole a todos, el pan a sus mesas.

Y vamos a esperar, que usted pueda lograr, sin hacer excepciones,

Que a la cárcel irán, los que deben pagar, todas sus corrupciones.

Que se imponga la Ley, no queremos perder nuestra forma de ser.

Somos gente de paz, que no tenga ocasión, de ganar el ladrón.

Porque usted nos juró… ¡Proteger la Nación!

Me han venido a encuestar, porque quieren saber, qué esperamos de usted.

Que la inseguridad, con la que hay que acabar, sea una prioridad.

No sigamos igual, esto va para mal, hay que entrar en razón,

Esto debe cambiar, venga usted a gobernar, con firmeza y acción.

Usted irá protegido, entre luces y motos, por la policía,

Y nosotros estamos, expuestos al crimen, de noche y de día.

No se puede salir, no se puede vivir, de una forma decente,

Ya no somos nación. Ahora somos el Reino de los Delincuentes.

Que se imponga la Ley, no queremos perder nuestra forma de ser.

Somos gente de paz, que no tenga ocasión, de ganar el ladrón.

Porque usted nos juró… ¡Proteger la Nación!

Cuando llegue a mandar, no sólo ha de ayudar, a los de su partido,

No se quiera quedar, para toda la vida, como un elegido;

No se deje llevar, por esa tentación, de cambiar la Nación;

Y arreglar a su hechura, y a su conveniencia, la Constitución."

Y termina con una gran solicitud, relacionada con el comportamiento deseado-esperado de las autoridades civiles electas:

!Y ahora sólo le pido, que mi humilde voto, no caiga en su olvido;

Cuando asuma el poder, tiene a mano la gloria, y entrar en la historia.

No nos mienta jamás, no use la demagogia, engañando a la gente.

Cumpla usted con honor, va con todo respeto, Señor presidente."

Efectivamente, los expertos nos dicen que un gobierno sin congruencia es como una flor de plástico, llena de color, pero sin aroma y sobre todo sin vida. Así es la incongruencia, palabras bonitas, pero inútiles, es el estilo de quien no actúa de acuerdo a lo que dice, siente o cree y mucho menos con lo que vale la pena hacer.

Efectivamente debemos de cumplir con nuestros compromisos, tener buen trato y saber escuchar, tomar decisiones con firmeza, se debe de reconocer los errores que cometemos pero sobre todo se debe de ser un líder que predica con el ejemplo.