En muchas ocasiones resulta harto difícil, encontrar personas sensibles y abocadas a la promoción cultural. Las hay y en cantidad amantes de las manifestaciones artísticas, pero dispuestas a sacrificar su tiempo y dinero, a rescatar distintas manifestaciones de la vida humana asociadas con el espíritu no.
En Veracruz se cuenta ya con varias asociaciones civiles y grupos dedicados a esta cruzada, a veces tan altruista como cualquier causa social, pues los realizadores en nuestra comunidad pasan por penurias, casi invisibles al resto de los habitantes.
Por citarles un ejemplo ¿Cómo produce un pintor? ¿Cómo se editan libros fuera de las casas editoras prestigiadas? ¿Cómo se organiza un concierto, no programado por las instituciones públicas?
No censuramos la rama de la administración pública dedicada a la promotoría, al contrario pensamos cubre de algunas maneras sus roles, pero falta, la pregunta es ¿Qué falta?
Aquí es donde personalidades como las del doctor Isaac Wislicki Grustein intervinieron a favor de estas actividades.
Nacido en Polonia y desde pequeño exiliado junto con sus padres a México, llega al país por Veracruz, lugar donde se quedó.
Es médico de profesión, especializado en Oncología. No obstante su perfil intrépido lo llevan al ejercicio administrativo de Calidad y a la Promoción Cultural, primero por medio del periodismo a través De la Casa Editora Imagen y luego a fundar grupos como Baluarte y Fénix, de los cuales también editó suplementos.
La vida de Isaac ha sido satisfactoria, encuentra placer en la música, en las buenas lecturas, en la charlas con los amigos y en su familia conformada por su esposa Maricela y sus hijos Arturo, Sharon y Daniel.
Por tales razones el Gobierno del Estado, Ayuntamiento de Veracruz, SAS, la Secretaría de Salud, el periódico Imagen, el Sindicato de Pemex sección Veracruz y el doctor Roger Pavón y el grupo Fénix y su presidente Jorge Andrade y sus más apreciados amigos, le rindieron su reconocimiento y admiración el pasado 22 de julio en grata tardeada musical.
Las horas de intercambio de opiniones con Isaac fueron inolvidables como título de sus últimas columnas, sus periplos no fueron solo por tierra sino por la imaginación y el pensamiento, lo cual lo hace un hombre polémico e interesante.
Isaac Wislicki se encuentra en la historia local, como el personaje errante cuyo corazón pertenece al mar.
