Opinión

Cuauhtémoc Cárdenas, Por México Hoy

Por Ricardo Homs


Es indiscutible que el liderazgo que hoy posee Cuauhtémoc Cárdenas sobre la izquierda mexicana y el respeto que inspira en un amplio sector de la población mexicana, dan viabilidad a su propuesta de crear un movimiento denominado Por México Hoy.

Todos los demás actores políticos que hoy conocemos despiertan suspicacias de intereses y ambiciones personales que convergen en el ámbito electoral, como es el caso más visible, Andrés Manuel López Obrador, obsesionado por conseguir el poder que da llegar a la presidencia de la república.

Sin embargo, el desinterés actual de Cuauhtémoc por las ambiciones personales, respalda su liderazgo social y político. Si él tuviese ambiciones, no necesitaría pedir oportunidades a nadie, pues las tomaría por méritos propios.

Cuauhtémoc hoy está en su mejor momento para ejercer un poder de convocatoria incluyente que circule por la militancia de todos los partidos políticos sin generar conflictos de intereses partidistas.

El desencanto que hoy prevalece en la sociedad mexicana como respuesta a las ambiciones personales de esta nueva clase política, -la cual trata de disfrazarnos de propuestas democráticas sus ansias de poder y dinero-, da el contexto ideal para que Cárdenas logre encabezar un movimiento social auténtico, que realmente impacte la realidad de este país.

Su experiencia política, credibilidad y la necesidad de un proyecto que no nazca de ningún partido, pueden despertar una esperanza para un importante sector de la ciudadanía, pero también para la clase política desencantada porque las oportunidades se las reparten en las elites que hoy han tomado control del país.

El liderazgo público hoy día se construye con credibilidad y la credibilidad de las propuestas políticas se sustenta en la credibilidad de quien las convoca.

Esta propuesta de Cuauhtémoc Cárdenas, -Por México hoy-, no está exenta de riesgos de que haya quienes se coloquen cerca de él para capitalizar a su movimiento para después conseguir oportunidades políticas. Ante estas circunstancias es donde la experiencia y colmillo que le da no sólo su trayectoria política, -sino también la madurez de su edad, 81 años-, se convierten en un blindaje para que no se desvirtúe esta iniciativa.

Que él haya renunciado a su militancia en el PRD, -partido del cual fue fundador y representante como candidato presidencial-, y además esté aclarando de forma reiterada que quienes junto con él respaldan este proyecto político no pretenden crear ningún nuevo partido político, permitirán la integración e inclusión de militantes de otros partidos.

Su actitud mesurada y no radical de los últimos años se ha convertido en importante eje de su capital político y poder de convocatoria, así como de su credibilidad, lo cual será fundamental para respaldar  su iniciativa “Por México hoy”.

En este mudo inestable que hoy vivimos, los acontecimientos sociales más significativos nace de esta forma y se fortalecen con la suma de actores políticos con credibilidad.