Opinión

Tendencias

Por Ramón de la Peña


“La vida sin acción es simplemente vegetar en el tiempo. Hay que actuar y decir nuestra verdad. Quien no se atreve a decir su verdad no fecunda la época en que vive”… Jorge Canahuati.
Platicando hace tiempo con un colega sobre el mensaje que Jorge Canahuati les dijo a los graduados en su ceremonia de graduación en el Tecnológico, surgió la pregunta: ¿Que verdades y tendencias tenemos que decir en este tiempo del nuevo milenio? Además claro, de los temas y problemas en sus diferentes facetas que ya conocemos: Inseguridad, globalización, corrupción, creación de empresas y empleos, la necesidad de rediseñar el sistema educativo para ofrecer una educación útil para la vida y el trabajo a nuestros estudiantes, y la gran desigualdad entre los que más tienen y los que menos tienen
Yo resaltaría, le comente, cinco tendencias que se agudizaran en el futuro y que si no hacemos algo importante desde hoy, resultaran temas que impactaran negativamente a nuestras comunidades: Habrá más personas obesas (somos ahora el país con mayor porcentaje de niños y adultos con sobrepeso); Más adultos mayores; Menos recursos para sus pensiones; Más agresividad y deterioro del medio ambiente, (lo vimos hace tiempo con el huracán Alex); Y habrá racionamiento en el uso del agua y combustibles fósiles.
Pero hoy añadiría dos temas o tendencias adicionales: La fuga de cerebros y la desdueñorización en nuestro país.
Sobre el tema de la fuga de cerebros, recordé el comentario que hizo hace tiempo el ex subsecretario de educación superior sobre la fuga de cerebros (mexicanos que tienen licenciatura o de postgrado) hacia los países desarrollados.
Las notas periodísticas sobre el tema resaltaron: Que “Ante la falta de oportunidades de empleo cerca de veinte mil mexicanos con estudios superiores emigran hacia los Estados Unidos y Europa; Que esta fuga de cerebros se ha acelerado y limita el desarrollo económico, empresarial y educativo de nuestro país; Que representa una sangría económica para el país; Que esta fuga de cerebros continua creciendo y más aun ahora por la inseguridad; En fin que estamos perdiendo gente muy talentosa hacia el extranjero. 
Pero por otro lado me dije ¿que es lo que esperaba el ex subsecretario?, en México no los estamos contratando, no se les están ofreciendo sueldos tentadores. Un gran número de universidades tienen programas de intercambio con otros países, nuestras universidades locales tienen cientos de convenios de intercambio con universidades de casi todo el mundo. Era de esperarse que nuestros muchachos al participar en estos programas, les guste ese estilo de vida y busquen ser invitados a trabajar en esos lugares.
Así que no nos asustemos por esta fuga de cerebros diría yo, preocupémonos si, pero ocupémonos en simplificar la normatividad y fortalecer los apoyos a las personas capaces de crear nuevas empresas, para que nuestros muchachos tengan oportunidades de trabajo relevantes y bien remuneradas en nuestro país; ocupémonos en fortalecer los programas de postgrado y de investigación relevantes para nuestro país, para ofrecerles mejores oportunidades de trabajo a los muchachos que tienen estudios doctorales.
Sobre el segundo tema, el de desdueñorización, recordé una plática que tuve con un colega de Coparmex sobre el tema de liderazgo empresarial en su estado, me comentaba su preocupación por la disminución de los empresarios y emprendedores locales ante el impacto de empresas y empresarios globalizados.
Es cierto le dije, los supermercados nacionales e internacionales están desapareciendo los supermercados y tiendas locales; Las empresas de franquicias están erradicando los pequeños negocios locales; Y organizaciones educativas nacionales e internacionales están comprando universidades y escuelas locales para crear sistemas nacionales e internacionales.
En este proceso se observan tres tendencias le comentaba yo: La creación y consolidación de empresas globales; La segunda tendencia es el uso del concepto de franquicia como esquema de efecto multiplicador de pequeñas empresas; Y la tercera tendencia es la creación de empresas pequeñas basadas en sistemas innovadores de productos o servicios, muchos de ellos basados en nuevas tendencias de consumo o en resultados de proyectos de investigación.
Cada una de ellas con su fuerza impulsora. En la primera su fuerza impulsora es la acumulación de sistemas de producción o venta. En la segunda es el efecto multiplicador que da el concepto de franquicias y en la tercera es la creatividad y la detección de oportunidades..
Pero, como me preguntaría katchumo, mi asesor de Santa Catarina, ¿Qué se puede hacer al respecto para que Monterrey, Veracruz y México en lo general, siga siendo sede del grupo de empresarios y emprendedores más importantes?
Yo recomendaría tres caminos o estrategias: Primero no olvidar que quien hace la diferencia en las organizaciones y comunidades somos las personas y entre más educadas, mas responsables, trabajadoras, innovadoras y emprendedoras, cuanto mejor. Esto implica por un lado tener buenas escuelas, atraer a ellas talentos locales y foráneos como la han estado haciendo nuestras universidades locales; Pero por otro lado las familias que poseen empresas deberían de tener un programa interno de capacitación en liderazgo, innovación y cultura de trabajo en sus hijos e hijas, para no perder el liderazgo empresarial en la segunda o tercera generación. Segundo, cuidar el negocio, esto implica cuidar a los clientes, la calidad del producto y la calidad en toda la operación y administración; pero también implica cuidar las estrategias a seguir para permanecer en el mercado. Y tercero estar atento a las nuevas oportunidades de negocios. En esta línea de pensamiento le recomiendo leer el libro de Mark Penn, “Micro tendencias” que presenta y discute las nuevas tendencias que existen en la sociedad americana. Por ejemplo Personas que se quieren proteger del sol; la obesidad; los vegetarianos, Papás de la tercera edad; mascotas en vez de hijos; tatuajes; niños muy inteligentes; automedicación.
Como ve estimado lector para atender estas tendencias y oportunidades se requieren de jugadas muy creativas de alta ingeniería política, económica, empresarial y social en el concierto personal, local, nacional e internacional.
Sin olvidar que lo peor que podemos hacer es no hacer nada.