Opinión

Problemas sexuales relacionados con el cáncer tienen solución

Por Alejandra Meza


Los hombres con cáncer en la zona pélvica tienen más probabilidades de tener dificultades para reanudar las relaciones sexuales después del tratamiento que aquellos con otros tipos de cáncer. Según un informe reciente de la Clínica Mayo, es muy común que los hombres sufran efectos sexuales secundarios posteriores al tratamiento por cáncer de vejiga, colon, próstata y recto.

La disfunción eréctil —la incapacidad para lograr o mantener una erección— es el efecto secundario sexual más frecuente del cáncer en los hombres. Otros problemas comunes incluyen dificultad para alcanzar el clímax, orgasmos más débiles o sin descarga de semen, pérdida de interés por el sexo, dolor durante el sexo, menos energía y sentirse menos atractivo.

Efectos secundarios en las mujeres

La quimioterapia, la radioterapia y algunos medicamentos pueden provocar síntomas de menopausia, como adelgazamiento de la vagina, sequedad vaginal y sofocos. La radioterapia de pelvis puede dañar los tejidos vaginales, con la consecuente pérdida de su elasticidad y un estrechamiento o acortamiento vaginal.

En las mujeres, los efectos secundarios sexuales son más comunes después del tratamiento por cáncer de vejiga, mama, cuello uterino, colon, ovario, recto, útero y vagina.

Según la Clínica Mayo, los efectos secundarios sexuales más comúnmente informados entre las mujeres sobrevivientes de cáncer son dificultades para alcanzar el clímax, menos energía para el sexo, pérdida del deseo, dolor durante las relaciones sexuales, tamaño vaginal reducido y sequedad vaginal.

Cómo encontrar una solución

Si usted es un sobreviviente de cáncer con dificultades sexuales, hablar con su médico es un primer paso importante para obtener ayuda. Algunas personas se sienten más cómodas anotando sus preguntas antes de asistir a su cita con el médico.

Su médico puede referirle a un especialista en salud sexual, o tal vez le recomiende alguno de los diversos tratamientos disponibles para contrarrestar los problemas sexuales después del tratamiento contra el cáncer.

En el caso de los hombres que tienen problemas de erección después del tratamiento contra esta enfermedad, las opciones pueden incluir medicamentos, implantes penianos o dispositivos que pueden facilitar la erección. Con frecuencia, los hombres descubren que recuperar la función sexual simplemente lleva un cierto tiempo, hasta 1 o 2 años; sin embargo, muchos médicos recomiendan no adoptar un enfoque conservador de esperar y ver qué sucede, sino que más bien aconsejan proceder con una rehabilitación sexual activa. Algunos estudios indican que la rehabilitación activa —que puede incluir medicamentos o inyecciones que incrementan el flujo de sangre al pene— puede preservar la función que de otro modo podría perderse a lo largo de uno o dos años.

Para contrarrestar la sequedad o la estrechez vaginal causadas por el tratamiento contra el cáncer, las mujeres pueden utilizar un lubricante a base de agua o silicona durante las relaciones sexuales, o bien un humectante vaginal. Si los lubricantes y humectantes no ayudan, otra opción es una dosis baja de estrógeno vaginal. En el caso de las mujeres que han recibido radioterapia en la región pélvica, un dilatador vaginal puede reducir las cicatrices y la contracción vaginales.

Varios cambios emocionales comunes después del tratamiento contra el cáncer pueden afectar la función sexual, tales como depresión, ansiedad y cambios en la autoestima. El asesoramiento puede ayudar a un sobreviviente de cáncer a manejar la depresión y la ansiedad que podrían causar la pérdida del deseo sexual.

Usted y su pareja pueden tener dificultades para afrontar los cambios relacionados con el cáncer. Algunas parejas pierden por completo la intimidad cuando los efectos secundarios hacen que uno de los dos evite incluso muestras de afecto no sexuales, por miedo a que den lugar a relaciones sexuales. La terapia matrimonial o de pareja puede ayudarle a hablar más abiertamente sobre estos temas. Haga saber a su pareja cómo se siente y cómo puede ayudarle a afrontar esta situación. Juntos podrán encontrar soluciones para recuperar fácilmente una vida sexual satisfactoria. Explore maneras de tener intimidad, tal vez dedicando más tiempo a abrazarse y acariciarse mutuamente. Trate de experimentar y preste atención a aquello que funcione mejor.

Muchas personas descubren que les resulta útil hablar con otros sobrevivientes de cáncer. Esto podría lograrse asociándose a un grupo de apoyo en su ciudad o conectándose por Internet con otros sobrevivientes de cáncer para conocer cómo tratan los problemas similares a los suyos.

Sobre todo, recuerde que pese a su cáncer o tratamiento contra el mismo, usted debe poder sentirse sexualmente satisfecho(a). Con tiempo y paciencia, y con el asesoramiento de sus médicos, usted y su pareja podrán nuevamente disfrutar de la actividad sexual.