Opinión

Caso Cancún, ¿bullying?

Por Trixia Valle Herrera


El pasado viernes 13, fue un verdadero día de caos cuando un menor de 10 años de edad ingresó a un centro de salud en Cancún a las 15:18 horas proveniente de la escuela pública “Vicente Guerrero”, que al caerle encima una estructura de metal, el golpe lo dejó inconsciente y fue trasladado de emergencia al hospital. Lo doctores diagnosticaron un estado grave por fractura de cráneo y lamentablemente falleció. La Procuraduría de Quintana Roo indicó que no cuenta aún con el testimonio de la madre; únicamente tiene la versión de una hermana menor de la víctima, que incluso vio el incidente y que al parecer da otra historia de lo que pasó y que señala que pudo haber habido abuso escolar.

Sin embargo, la Secretaría de Educación y Cultura (Seyc) precisó que “el acceso al área donde sucedieron los hechos está restringida pero que no hay señalamiento que lo indique; que al parecer, la víctima jugaba con otros niños, quienes levantan la estructura de metal que al parecer era un pasamanos, cuyo mismo peso propicia su caída sobre el cuerpo del menor”.

Lo importante a precisar en estos casos es que el bullying es el acoso que se da de forma constante, contra alguien y con intención por un mínimo de dos semanas dos veces a la semana, en donde puede o no haber lesiones físicas, pero donde siempre hay lesiones emocionales. Lo anterior es para resaltar que es este caso, como en muchos otros, es que se puede tratar de un muy lamentable accidente, pero accidente al fin, en donde no hubo dolo de los alumnos, ni descuido de los maestros, lo cual cambiaría por completo el contexto y por ende los hechos.

Es importante tomar consciencia de que los menores requieren seguir las reglas que están diseñadas para su cuidado, ya que de lo contrario se pueden suscitar accidentes graves y hasta mortales. Por ello, los padres de familia requerimos apoyar a las escuelas pidiendo a nuestros hijos que sean dóciles al obedecer y fáciles al seguir instrucciones. Que sepan que no todo es negociable y a su manera, porque los adultos requieren de este respeto a la autoridad por su propio bienestar.

Sin duda sabremos mucho más respecto al caso que ocurrió el viernes pasado en Cancún y pedimos sus oraciones para la víctima y sus familiares ya que el dolor de la pérdida es inmenso y por ello requiere de toda nuestra compasión y solidaridad, no obstante, la objetividad es vital para mantener la justicia en estos casos.