Opinión

Consolidemos nuestra autoestima

Por Ramón de la Peña


Desde luego que nuestra autoestima se puede consolidar a lo largo de nuestra vida, influida claro, por nuestras experiencias con las personas que nos rodean y de los resultados que obtenemos de lo que hacemos.  Dudo mucho que un joven consolide su autoestima si continuamente reprueba las materias de su programa escolar. De ahí la importancia de tener buenos maestros por un lado y la posibilidad de que el joven estudie aquello que le guste, que sea útil para su vida y su trabajo, que le fortalezca sus talentos naturales y que le permita avanzar a su propio ritmo. 

¿Qué consecuencias tiene el tener una alta o baja autoestima? La autoestima, el decir yo sé, yo puedo, nos ayuda a tomar riesgos y a tomar las decisiones pertinentes para tener una buena vida. Nos ayuda a tener excelentes relaciones con los demás, con nuestra familia, con los amigos, con los colaboradores y jefes. Nos genera confianza en nosotros mismos, base fundamental del éxito personal y profesional. Asimismo nos permite ver con asertividad nuestras fuerzas y debilidades, nuestros saberes y talentos.

¿Cómo medir nuestro nivel de confianza? Se preguntara usted. .

Dicen los que saben que identificar a las personas que tienen mucha confianza en sí mismos es sencillo, basta ver su trato con los demás, se llevan bien con casi todos, tienen un trato cordial, su presencia es en general agradable y sobre todo, siempre están dispuestos a colaborar. No se enojan cuando se les critica, como que las críticas no hacen eco dentro de su mente. Para ellos es sencillo atender un problema, lo tratan de solucionar en vez de ponerse nerviosos.

Pero por otro lado, resaltan los expertos, no es tan fácil detectar a las personas con poca confianza en sí mismas, pues se ponen diferentes mascaras para cubrir su falta de confianza. En cuanto a las personas con autoestima baja, no es tan sencillo reconocerlas, pues la baja autoestima puede usar diferentes mascaras. Veamos algunas de las mascaras más comunes: La del rebelde, quien vive con un enojo constante por no sentirse suficientemente bueno y “ataca” a los demás, sobre todo a las personas importantes o con puestos muy relevantes y la del perdedor, quien busca la “compasión” de los demás para no asumir la responsabilidad de su actuar o de su trabajo. 

¿Podremos mejorar la confianza en nosotros mismos?, sin duda le tendría que decir, ¿Cómo lo podremos lograr?, los expertos dicen que debemos de “alimentar nuestra mente con pensamientos positivos con respecto a nosotros.”, ¿Con eso basta?, yo diría que no, le diría que es necesario fortalecer todos los factores que inciden en el éxito personal y profesional. Primero debemos de fortalecer las actitudes ante las diferentes situaciones que tenemos que enfrentar en la vida: Orden, limpieza, puntualidad, espíritu de superación, responsabilidad, amor al trabajo, perseverancia. Destaco la responsabilidad como actitud esencial, sobre todo la de responsabilizarnos por los resultados de nuestras acciones para así evitar la máscara del perdedor, del que se siente víctima de las circunstancias.