El mundo digital en el que ahora vivimos, lo califico (apreciación muy particular de un servidor) como el cambio más importante en nuestro planeta desde hace mucho, pero mucho tiempo. Al retroceder en el tiempo, mi ignorancia no logra ver otro descubrimiento más poderoso que el que está transformando nuestra forma de vivir ahora mismo, en este preciso instante. Quizá está ya tan de lleno en nuestra cotidianidad que no la visualizamos en su real dimensión; mucho menos, si tu, amigo lector, eres menor de 20 años y has crecido con la era del internet y la interconectividad como parte de ti.
Ayúdame en esta reflexión… ya desfilé por el invento del teléfono, el telégrafo, la luz, el automóvil, la imprenta y, sin restarles su gran importancia, considero que nada se le acerca a la era digital. ¿Nos atrevemos a irnos mucho más atrás? ¿La rueda, el fuego, la agricultura, la escritura, el lenguaje?
Hagamos una pausa aquí. Tal parece que la invención del lenguaje es la más importante. Prácticamente nos define como seres humanos y aunque no sabemos su origen, nuestra habilidad para comunicarnos a través del lenguaje (mediante cualquiera de sus medios) es la que ha permitido que el resto de los inventos, el conocimiento, la cultura y todo lo que pase por nuestra mente, haya podido transmitirse y trascender a través del tiempo. Como consecuencia lógica de lo anterior, se desprende la invención de la escritura (existen registros de más de 30.000 años de antigüedad) como otra de las más influyentes la cual, por cierto, es lo que marca la línea divisoria entre la historia y la pre historia. Precisamente por este motivo es que pedí la pausa para poder hacer esta nueva reflexión, ¿acaso hoy no hemos encontrado una manera mucho más potente de comunicarnos? Diferente, impresionante, veloz, que ha cambiado de tajo la manera de conocernos, de relacionarnos, comunicarnos, de convivir. Las empresas, los negocios, los empresarios, los empleados, todos pensamos y actuamos de manera distinta ahora gracias a ello. El lenguaje digital está cambiando absolutamente todo lo que toca. Con sólo dar un clic podemos saber al instante lo que queramos de la historia del mundo, de cualquier tema, gracias a “San Google”. Nuestros Smartphone son la llave a todo: cámaras fotográficas y de video, música, juegos, redes sociales, series de tv, películas, deportes, apps ilimitadas e inimaginables, lámpara, espejo, despertador, calculadora, reloj, agenda, block de notas, whats app, uff, uff y más uff; y si a ti aún te interesa que esta increíble computadora de mano también incluya teléfono (su uso original, ja!) es porque te encuentras de los treinta años en adelante. A los chavos, les vale un bistec de hígado encebollado, lo usan sólo cuando los padres les llaman. Los autos jamás volverán a ser los mismos gracias a la conectividad, baste el simple ejemplo del Google maps. Si me emocioné con lo platicado en estas líneas acerca de esta metamorfosis, déjame decirte que Internet of things será aun más poderoso. Internet of Things es un concepto que se basa en la interconexión de cualquier producto con cualquier otro de su alrededor. El objetivo es hacer que todos estos dispositivos se comuniquen entre sí y, por consiguiente, sean más inteligentes e independientes.
Un ejemplo práctico: gracias al Internet of Things, nuestros refrigeradores serán capaces de medir los alimentos restantes en su interior y encargar al proveedor especificado los elementos agotados. Así, nunca tendremos que preocuparnos de comprar leche, huevos o nuestros yogures favoritos. El refri medirá continuamente el stock y actuará independientemente en consecuencia.
También se pueden aplicar de forma más profunda al hogar. Distribuyendo una serie de sensores y procesadores, podemos automatizar el control de las ventanas, la temperatura del hogar, las luces, etc. Y, al estar conectado todo el sistema a internet, también es posible controlar de forma inalámbrica lo que se nos antoje.
Su trascendencia es brutal tanto en ámbitos económicos como sociales. Y es que permite que los ordenadores interactúen con elementos de la vida real y ganen independencia de los seres humanos, dejándonos a nosotros al mando de lo realmente importante.
Si llevamos el Internet of Things a terrenos más amplios como la seguridad nacional o las empresas, la trascendencia y las posibilidades son aún mayores. Por ejemplo: huertos automatizados, alumbrados inteligentes, supervisión de máquinas… El impacto económico de este tipo de proyectos será abismal, pues reemplazará a muchos puestos de trabajo actuales y, sobre todo, implicará un ahorro considerable de costos a largo plazo. ¿Suena como una nueva Revolución Industrial, cierto?
La verdad, aquí entre nos, pienso que en un año que vuelva a leer este artículo me reiré de las cosas que hoy me impactan. Estoy hablando tan sólo un año de distancia en el que lo que hoy nos impresiona, será nimio, ¿ahora me entiendes un poco más a lo que me refiero? Este cambio que estamos viviendo es de inimaginables alcances, ¿el principal motivo? Es que antes había unos cuantos genios regados por el mundo creando los avances, sin mayores herramientas ni mucho menos la posibilidad de compartir sus conocimientos entre sí; hoy en día, gracias a la interconectividad, hay miles de seres humanos, tan comunes y corrientes como tu y yo, de todas las edades, nacionalidades, creencias, formaciones, que sin la necesidad de ser genios (o visto desde otro ángulo, quizá ahora ser genio está al alcance de todos) tan sólo con el soporte de la nueva tecnología digital, están conectando una cosa con otra (internet of things) gestando una enorme generación de nuevos inventos que cambiarán para siempre nuestra forma de vida.
Nos tocó a nosotros y hay que aprovecharlo, gozarlo, intentar entenderlo y, sobre todo, agradecerle que nos vuelve a despertar la capacidad de asombro. Por lo que han leído, no necesito confesarles que yo estoy peor que niño de 8 años, maravillándome a cada día con esta grandiosa era digital.
Asumámoslo, no estamos en la era del cambio, estamos en el cambio de era.
andaresblog.com
MBA. Alejandro Mier Uribe
Alejandro es Director General de Target Publicidad Veracruz, durante 26 años ha desarrollado campañas para más de 100 importantes marcas dentro de las que destacan campañas presidenciales y para grandes firmas comerciales, ha recibido premios nacionales e internacionales y es un reconocido conferencista y colaborador de medios.
