Opinión

Debe haber consecuencias

Por Ramón de la Peña


Hace tiempo tuve una interacción con mi correctora de estilo que me llevó a escribir el siguiente mensaje que hoy comparto de nuevo con ustedes, un poco modificado, pues a pesar del tiempo las cosas han cambiado poco. La nota se inicia con una pregunta de mi correctora de estilo:

¿Qué hace un ciudadano cuando no recibe el servicio o producto que necesita o que no es de la calidad que se le prometió? Pues no paga o devuelve el producto y pide una devolución de lo pagado, le respondí a mi correctora de estilo.

Pues fíjese, continua mi correctora, que en nuestra relación con el sector público, se nos pide “pagar” por los servicios futuros que supuestamente recibiremos, pues en el artículo 31 (Son obligaciones de los Mexicanos) se nos pide: “Contribuir para los gastos públicos, así de la Federación, como del Distrito Federal o del estado y Municipio en que residan, de la manera proporcional y equitativa que dispongan las leyes”

¿Y qué pasa si no lo hacemos?, pues basta ver lo que ocurrió en el pago de las tenencias, se nos dijo, destaca mi correctora de estilo: “El plazo venció. A partir de este lunes la Tesorería del Estado comenzara a aplicar sanciones a las personas que no acudieron a realizar su canje de placas. Quienes no hayan acudido a realizar su trámite deberán hacerse acreedores a una multa de 300 pesos por concepto de canje extemporáneo y refrendo, esto sin contar la tenencia.”

¿Pero qué sucede con los servicios que nos deberían de dar, pagados con la “contribución para los gastos públicos”? Intuyo que en la constitución, sus leyes y sus reglamentos, destaca mi correctora, queda claro que la tarea de los funcionarios públicos es atender nuestras necesidades como sociedad, incluida la seguridad en nuestras personas y bienes.

Efectivamente así lo dice nuestra constitución y las leyes que de ella emanan le comenté a mi correctora, en el Articulo 89 VII, se nos dice que es obligación del Presidente: “Preservar la seguridad nacional, en los términos de la ley respectiva, y disponer de la totalidad de la fuerza armada permanente o sea del Ejército, de la Armada y de la fuerza aérea para la seguridad interior y defensa exterior de la federación”.

En las leyes respectivas se nos indica que a la Secretaría de Seguridad Pública le corresponde el despacho de los siguientes asuntos: “Salvaguardar la integridad y el patrimonio de las personas, prevenir la comisión de delitos del orden federal, así como preservar la libertad, el orden y la paz públicos”

Pero ¿Qué pasa si no lo hacen? le cuestiono a mi correctora de estilo, pues cada vez me convenzo más, me responde, que esto de la política debería de ser como educar hijos, si no hay consecuencias, no pondrán ningún interés en hacer lo que se les pide, hay que ser congruentes y debemos exigir que existan consecuencias.

Bajo este concepto podemos protestar en forma individual o de grupo, podemos solicitar que contraten las personas que si saben cómo hacer para que las ideas, proyectos o programas funcionen o actuar en congruencia con una antigua historia que se contaba allá por San Antonio de las Alazanas.

Resulta que un ranchero de ese rumbo se casó con una muchacha de Saltillo y se la llevo de luna de miel a su rancho. Los dos iban a caballo, pero curiosamente el de ella era más brioso de lo esperado, así que después de avanzar como media hora, el caballo tira a la recién casada al suelo.

El muchacho la levanta con mucho cuidado, la sube a la silla y se enfrenta al caballo y le dice: me debes una. Siguen avanzando y el caballo vuelve a tirar a la novia al suelo y se vuelve a repetir la misma escena, pero ahora el muchacho le dice al caballo: Me debes dos.

Pero la tercera vez que el caballo tira a la recién casada, el muchacho la vuelve a levantar con cuidado, no la sube a la silla, la pone a un lado del camino, saca su pistola y le da un balazo en la cabeza al caballo diciéndole, la tercera es la vencida. Claro la recién casada se indigna con el muchacho, lo enfrenta y lo regaña, el muchacho con toda clama le dice: Me debes una.

Para mi es claro que con lo que ocurrió en las elecciones pasadas, la comunidad le dijo a los partidos políticos la tercera es la vencida. Pero debemos de usar la misma estrategia con las autoridades actuales: decirles me debes una por... Aquí pueden ustedes poner el asunto por el cual las autoridades nos deben una, o dos o tres.