Opinión

Dos mensajes para reflexionar

Por Ramón de la Peña


Regresando al tema de la calidad ambiental y del impacto que nuestra sociedad está causando en nuestro medio ambiente, recordé una carta muy famosa que le envío el jefe Seattle de la tribu Suwamish, después que el presidente de los Estados Unidos, Franklin Pierce, le envío en 1854 una oferta para comprarle los territorios del noroeste de los Estados Unidos que hoy forman el Estado de Washington. A cambio de eso el presidente le promete crear una "reservación" para el pueblo indígena. El jefe Seattle responde lo siguiente en 1855, destaco lo que más me gustó de su respuesta:

¿Pero cómo puedes comprar o vender el cielo? ¿La tierra? La idea es extraña para nosotros. ¿Si nosotros no poseemos la frescura del aire y el centelleo del agua, ¿cómo podemos venderlo?

Cada parte de la tierra es sagrada para mi gente. Cada aguja brillante del pino, cada orilla arenosa, cada neblina en el bosque oscuro, cada prado, cada insecto canturreante. Todo es santo en la memoria y experiencia de mi gente.

Nosotros también conocemos la savia que fluye a través de los árboles como conocemos la sangre que fluye a través de nuestras venas. Nosotros formamos parte de la tierra y ella es parte de nosotros. Las perfumadas flores son nuestras hermanas. El oso, el ciervo, la gran águila, son nuestros hermanos. Las crestas rocosas, el rocío en la pradera, el cuerpo caliente del pony y el hombre, todos pertenecen a la misma familia.

Esto es lo que sabemos: la tierra no pertenece al hombre; es el hombre el que pertenece a la tierra. Esto es lo que sabemos: todas la cosas están relacionadas como la sangre que une una familia. Hay una unión en todo.

Lo que ocurra con la tierra recaerá sobre los hijos de la tierra. El hombre no tejió el tejido de la vida; él es simplemente uno de sus hilos. Todo lo que hiciere al tejido, lo hará a sí mismo.

"No hay un lugar tranquilo en las ciudades del hombre blanco, ningún lugar donde se puede escuchar cómo se abren las hojas en la primavera o el susurro de las alas de los insectos. . . y ¿qué atractivo tiene la vida si el hombre no puede escuchar el canto de las aves o la discusión de las ranas en torno al estanque por la noche?  Todas las cosas están conectadas como la sangre que une una familia; el hombre no tejió la red de la vida, es tan sólo uno de  sus hilos.  Todo lo que le haga a la red, se lo hace a sí mismo; todo lo que acontezca a la tierra, le acontecerá a los hijos de la tierra. . . la tierra no le pertenece al hombre, es el hombre quien pertenece a la tierra".

El segundo mensaje lo tomé de la Biblia, una de las secciones que más me gusta de la Biblia es El Eclesiastés (Conocido como el Libro del Predicador), en el cual el autor o autores se preguntan cómo enfrentar la vida, puesto que en nuestra vida nada es seguro excepto la muerte. Y por lo mismo reflexionan sobre la incertidumbre que nos rodea, la fugacidad de los placeres  y las injusticias que enfrentaremos en la vida.

Les quiero compartir los mensajes que más me han gustado de este Libro para que reflexionen sobre ellas, inicio con el mensaje que considero esencial:

 III-3-12  Así he conocido que lo mejor de todo es estar alegre, y hacer buenas obras mientras vivimos. Ese mensaje se complementa muy bien con los tres mensajes que a continuación anexo.

IX-9-10   Todo cuando pudieres hacer de bueno, hazlo sin perder tiempo; puesto que ni obra, ni pensamiento, ni sabiduría, ni ciencia, ha lugar en el sepulcro, hacía el cual vas corriendo.

III-3-22  Entiendo pues que no hay cosa mejor para el hombre que atender con alegría sus ocupaciones, y que esta es su suerte mientras vive, porque ¿Quien podrá ponerle en estado de conocer lo que ha de acontecer después de sus días?

IX-9-7  Anda pues y come con alegría tu pan, y bebe con gozo tu vino, mientras tus obras son agradables al señor.

Pero debemos de tener cuidado con los malos comportamientos pues en este Libro se nos dice: X-10-1   Las moscas muertas, en el perfume donde han caído, echan a perder su fragancia; del mismo modo una pequeña y momentánea imprudencia es mengua de la sabiduría, y de la gloria más brillante.

Que tengan una excelente semana, pero sobre todo que tengan una excelente vida plena de logros y satisfacciones.

Termino con dos pequeños mensajes que me gustan mucho: Llevar una vida amargada lo puede hacer cualquiera, pero amargarse la vida a propósito es un arte que se aprende; No es la carga lo que nos vence, sino el modo en que la llevamos, así que póngale ruedas a sus penas.