Opinión

Dos excelentes mensajes

Por Ramón de la Peña


Un poco antes de la semana santa recibí un mensaje de un colega de Cuernavaca, quien trabajó conmigo en el Instituto Nacional de Educación para Adultos, INEA, mensaje que en realidad es una oración titulada "El Canasto", una excelente oración en forma de alegoría de Farvelo Bryan Arvelo, cuyo deseo es contribuir para crear una sociedad más justa y mejor.  La oración se inicia con una pregunta dirigida a Dios:

"- Hola, Dios! ¿Cómo estás?... Te escribo para saludarte y porque ahora sí tienes que surtirme, pues la "canasta básica" con que me mandaste al mundo, se me ha ido agotando a lo largo de estos años…

Por ejemplo, la paciencia se me acabó por completo, igual que la prudencia y la tolerancia. Ya me quedan poquitas esperanzas, y el frasquito de fe está también vacío. La imaginación también está escaseando en estos momentos. También debes saber que hay cosas de la canasta que ya no necesito como la dependencia y esa facilidad para hacer berrinches, que tantos corajes y problemas me han ocasionado. Así que quisiera pedirte nuevos productos para la canasta…

Para empezar, me gustaría que rellenaras los frascos de paciencia y tolerancia (pero hasta el tope), y mándame por favor el curso intensivo "Cómo ser más prudente", volúmenes uno, dos y tres.

Envíame también varias bolsas grandes, pero "bolsas grandes", de madurez que tanta falta me hace. También quisiera un costal de sonrisas, de ésas que alegran el día a cualquiera. Te pido que me mandes dos piedras grandes y pesadas para atarlas a mis pies y tenerlos siempre sobre la tierra (Para mantener mi soberbia controlada). Si tienes por ahí guardada una brújula para orientarme y tomar el camino correcto, te lo agradecería mucho. Regálame imaginación otra vez; pero no demasiada, porque debo confesar que en algunas ocasiones tomé grandes cantidades y me empaché. Mándame nuevas ilusiones y una doble ración de fe y esperanza también me caería muy bien. Te pido también una paleta de colores para pintar mi vida cuando la vea gris y oscura. Me sería muy útil un bote de basura para tirar todo lo que me hace daño. Por favor, mándame un botecito de Merthiolate y una cajita de curitas especiales para sanar mi corazón, porque últimamente ha tropezado bastante y tiene muchos raspones. Te pido una memoria USB, porque tengo el cerebro lleno de información y necesito espacio para guardar más. Te pido muchas zanahorias, para tener buena vista y no dejar pasar las oportunidades por no verlas. Necesito también un reloj grande, muy grande, para que cada vez que lo vea me acuerde de que el tiempo corre y no debo desperdiciarlo. Podrías mandarme por favor, muchísima fuerza y seguridad en mí mismo, sé que voy a necesitarlas para soportar los tiempos difíciles y para levantarme cuando caiga. También quisiera un bote de pastillas de las que hacen que crezca la fuerza de voluntad y el empeño, para que me vaya bien en la vida y también te pido unas tres o cuatro toneladas de "ganas de vivir", para cumplir mis sueños. Necesito también un bolígrafo con mucha tinta, para escribir todos mis logros y mis fracasos. Pero más que nada, te pido que me des mucha más vida, para lograr todo lo que tengo en mente y para que el día que me vaya contigo, tenga algo que llevarte y veas que no desperdicié mi tiempo aquí en la Tierra. Te agradezco lo que me puedas mandar y te agradezco el doble, por todo lo que me mandaste la primera vez. Amén"

El anterior mensaje lo podemos combinar con la excelente poesía-canción de Mercedes Sosa titulada: Sólo le pido a Dios, en el cual nos conmina a reflexionar sobre los temas relevantes a entender y atender en nuestra vida:

"Sólo le pido a Dios que el dolor no me sea indiferente, que la reseca muerte no me encuentre vacío y solo sin haber hecho lo suficiente.

Sólo le pido a Dios que lo injusto no me sea indiferente, que no me abofeteen la otra mejilla después que una garra me arañó esta suerte.

Sólo le pido a Dios que la guerra no me sea indiferente, es un monstruo grande y pisa fuerte toda la pobre inocencia de la gente.

Sólo le pido a Dios que el engaño no me sea indiferente si un traidor puede más que unos cuantos, que esos cuantos no lo olviden fácilmente.

Sólo le pido a Dios que el futuro no me sea indiferente, desahuciado está el que tiene que marchar a vivir una cultura diferente."

Finalmente quisiera que no se ocupe de nosotros el desamparo, que ser valientes no nos salga tan caro y que ser cobardes no valga la pena.