Todo el mundo quiere tener más confianza, pero no todo el mundo sabe cómo ser asertivo. Ser asertivo cae justo en el medio entre ser agresivo o ser pasivo. Si eres pasivo en expresar tu opinión, se llega a ser sumiso. Y si eres agresivo en expresar tu opinión, te encuentras como un pendenciero o, aún peor, como un prepotente matón.
Si se aprende a ser asertivo, puedes aprender a expresarte sin ser pasivo o agresivo y tener una mejor oportunidad de conseguir lo que quieres.
Aquí hay siete maneras fáciles para ayudarte a ser más asertivo.
1. Comprender la asertividad.
La asertividad es una habilidad interpersonal en la cual se demuestra una saludable confianza para expresarte por ti mismo, ser considerado y respetar los derechos de los demás. Cuando eres firme, no eres ni pasivo ni agresivo, sino directo y honesto. Uno no espera que la gente
conozcan tus ideas para hacer lo que necesitas con calma y con confianza.
2. Mantén tu estilo de comunicación.
Cuando se trata de ser asertivo, la comunicación es crítica, y la clave es ser respetuoso en lo que estás comunicando. Prestar atención a tu lenguaje corporal, así como ser congruente con las palabras que dices y el tono. Nunca esperes que la gente lea tu mente; si quieres algo, dilo, y si algo te molesta, habla. Luce confiado al hacer una solicitud o indicar una preferencia. Ponte de pie, inclínate un poco, sonríe o mantén una expresión facial neutra y mira a la persona a los ojos.
3. Comprende y acepta las diferencias.
La asertividad no significa ser indiferente del punto de vista de las demás personas. Así como indicas tu propia opinión, te ocupas para entender otros puntos de vista. No permitas que las diferencias te molesten o te hagan enojar; recuerda que las diferencias no significan necesariamente que tienes razón y que la otra persona está equivocada. Trata de comprender sus puntos de vista. Escuchar con respeto sin interrumpir cuando te están hablando.
4. Hablar de manera sencilla y directa.
Cuando estás practicando la asertividad, es importante hablar de una manera que no implique o hagas acusaciones Sin opinar de que la otra persona se sienta culpable. Hablar de tu verdad con sinceridad, no debería significar que los demás se sientan mal. Se sencillo, directo y conciso en tus palabras, y declara lo que piensas es verdad para ti. Cuando te estás afirmando a ti mismo, recuerda, menos es más. Mantén tus peticiones y preferencias simples y directas, sin necesidad de largas explicaciones.
5. Ejercer el poder del Yo
Ser agresivo sin aparentar ser hostil, utiliza los estados "Yo" cuando hablas. Que sea un hábito decir cosas como: "yo creo que ..." o "me siento ...." Nunca uses un lenguaje agresivo o frases como "Nunca ..." o "Siempre ...." Estos enunciados llegan a frustrar y, además, cierran una conversación. Al afirmar lo que quieres o simplemente al hacer una solicitud, utiliza la declaración "Yo". Ello te permitirá estar seguro y ser asertivo sin alienar y descontar a las demás personas.
6. Mantén la calma.
Ser asertivo te podría hacer sentir excitado, y esto puede a veces sentirse como una agresión. Aprender a mantener la calma cuando te expreses; te sentirás más confiado y permitirás comentarios de la otra persona para sentirte también relajado. Recuerda respirar y ser normalmente consciente del lenguaje corporal y el contacto visual. Estar presentes uno con el otro. Mente en calma, hablar con calma, acciones con calma- no sólo te dará confianza, también permites la compostura de la otra persona.
7. Establece límites.
Los límites son las reglas que creas para ti mismo - las cosas que te ayudan a decidir lo que debes y no debes permitir. No quieres tampoco que la gente piense que eres un matón. La creación y el establecimiento de límites te ayudará a saber cuándo necesitas decir sí y cuándo decir no a lo que deseas.
La asertividad es como cualquier otra habilidad - necesita práctica y tiempo para hacerlo bien. Seguir trabajando a través de cada una de estas técnicas y pronto te sentirás más seguro.
