Hace tiempo hice una reflexión sobre las lecciones que nos dejaron las elecciones presidenciales anteriores, varias de ellas se repitieron en este proceso electoral.
Para los partidos políticos, (además de que la selección de él o la candidata es muy importante, esencial): Pues su presencia, su congruencia, su liderazgo, su ausencia de cola que le pisen, con una comunicación efectiva, con excelentes relaciones humanas, sobre todo en el trato y el respeto a sus colaboradores son factores críticos para tener o no un buen candidato. Destaca también que mucha gente de la comunidad está muy descontenta con el comportamiento de los funcionarios públicos. Los factores críticos son la impunidad, la ilegalidad y la corrupción que tanto se destacaron en las contiendas electorales.
Para el candidato, que su equipo de campaña es esencial, en el cual debe de tener un grupo de excelentes comunicadores, uno o varios ideólogos que definan estrategias congruentes con lo que necesita el país, un buen equipo de coordinadores y una persona que meta orden en el trabajo de equipo, el General Fierro del tiempo de Francisco Villa.
Para el INE, que organice bien los debates, pues me temo estimado lector, que lo que ocurrió en muchas de las confrontaciones entre los candidatos a no las podemos etiquetar como auténticos debates.
Vuelvo a resaltar que los debates deben de ser un intercambio de opiniones críticas, sustentadas en argumentos y contra argumentos claros y fuertes. ¿Acaso eso fue lo que se vio en estas elecciones?
En un auténtico debate los participantes deben de limitarse y argumentar y contra argumentar solo en los temas establecidos o acordados. Además una interacción importante debería de darse en la sesión de preguntas y respuestas. Esta sesión es una parte esencial del debate porque es en ella donde el público, que ve o escucha el debate, termina por inclinarse a favor o en contra de una postura o de un candidato. Además, es la gran oportunidad de los candidatos de clarificar, ratificar y reafirmar los puntos esenciales de sus argumentos, así como de reforzar los argumentos débiles que haya utilizado.
¿Y para nosotros los ciudadanos?, vuelvo a resaltar la necesidad y responsabilidad de votar, ese es el primer compromiso para poder después exigir el cumplimiento de programas y proyectos para solucionar los problemas de nuestro país o de nuestra comunidad; La necesidad de hacer un análisis crítico de los candidatos, de sus ideas, de sus proyectos y de la gente que los apoya en su campaña, pues si sale electo, muchos de ellos serán sus colaboradores en el gobierno. Un análisis así nos ayudara a seleccionar porque partido o candidato debemos de apoyar y votar por él o ella; Proponer en lo individual o a través de organizaciones civiles, programas y proyectos para mejorar a nuestro país o a nuestra comunidad.
¿Que sigue? "Ha dicho usted la palabra clave, reelección, sería fabuloso que existiera ya esa figura en México, si queremos dar el siguiente paso en Democracia deberíamos empezar a promover esa figura para que la gente se empiece a acostumbrar a ella", lo cual afortunadamente ya se logro.
Ese fue el mensaje final que recibí de un colega, de quien había recibido el siguiente mensaje sobre un mensaje que había escrito, titulado ¿cambiar por cambiar?: "Me ha tocado dirigir diferentes organizaciones, pero siempre antes de tomar acciones en cada área, evalué las acciones que habían sido aplicadas por mi antecesor, y siempre en consenso con mis colaboradores, cambie lo que verdaderamente no había funcionado... pero todos sabemos que eso no sucede en política, cada presidente, gobernador o presidente municipal que entra, aunque sea del mismo partido, cambia todo de acuerdo a sus ideas, con las terribles consecuencias que hemos vivido cada sexenio, por eso no es tan importante el cambio de partido, sino de la continuidad de lo que ha estado funcionando" a lo cual le respondí que promoviendo la reelección se podría garantizar la continuidad de los programas y estrategias que habían funcionado y de las personas que lo habían logrado.
Finalmente debemos de estar atentos a lo que proponen hacer los gobiernos municipales, estatales y federal en su plan de desarrollo, los cuales deben de reflejar los programas que necesita nuestro país. Debemos darle seguimiento a su implantación, a los recursos que se asignan y a que no quiten el dedo del reglón hasta que efectivamente las cosas sucedan.
