Opinión

Achis Achis

Por Ramón de la Peña


Mi esposa me recomendó hace tiempo que para romper el hielo en las charlas que doy de vez en cuando, que contara una historia graciosa. Ella me recomendó la que a continuación les relato, intuyo que en parte era para recordarme de la gran responsabilidad que tengo como su esposo, de resolver los pequeños problemas de mantenimiento en nuestra casa.

Resulta que nuevamente la esposa de un colega regio le vuelve a pedir a su esposa que le resuelva un problema de mantenimiento en su casa. La llave de agua del fregadero no cierra bien, por favor arréglala. Ella recibió la misma respuesta de su esposo: Achis Achis, ni que fuera yo plomero. Y curiosamente siempre le daba la misma respuesta: Achis Achis ni que fuera yo pintor; Achis Achis ni que fuera yo hojalatero; Achis Achis ni que fuera yo...

Pero como toda buena esposa lo despide en la puerta y le desea que tenga un excelente día en su trabajo. Después de eso ella se sienta en la mecedora que tenía en el pequeño jardín que tiene enfrente de su casa. Y en eso pasa un muchacho, de unos 23 años de edad, graduado de ingeniero mecánico electricista, pero que había recibido un entrenamiento en un centro de capacitación para el trabajo.

Este muchacho al ver la cara triste de su vecina, le pregunta ¿Qué le pasa vecina, porque esta tan triste?, es que tengo muchos problemas de mantenimiento en mi casa y no sé cómo arreglarlos, le responde ella. ¿Cómo que problemas tiene?, le pregunta el muchacho. Y ella le cuenta los varios problemas que tiene en su casa.

Rápidamente le dice la señora los varios problemas que tiene en su casa. Ante esta respuesta el muchacho le dice: Yo se los puedo arreglar, hoy es mi día libre y se los puedo resolver de inmediato.

Pero la señora como buena mujer regiomontana le dice, Pero me ha de salir muy caro. No le dice el muchacho, o usted me hace un pastelito o tenemos una buena acurrucada (Usted se puede imaginar lo que el muchacho quería). Ya en la tarde regresa el marido y ve que todos los problemas de la casa están arreglados, y rápidamente le pregunta a la esposa: ¿Caray que hiciste para arreglar todos los problemas que tenía nuestra casa? Ella le responde: Nuestro vecino Eduardito arreglo todos los problemas. Te ha de haber cobrado mucho le replica el marido. No le responde ella, solo me dijo: O usted me hace un pastelito o tenemos una buena acurrucada. De seguro le hiciste el pastel responde inmediatamente el marido con cara de afligido. Y recibe una respuesta contundente que casi le causa un infarto:

ACHIS ACHIS NI QUE FUERA PASTELERA

Como ve estimado lector, el mensaje esencial es destacar la responsabilidad que tenemos los esposos para atender y ayudar a nuestras esposas en resolver los problemas pequeños y grandes que se tienen en el hogar.

Hace tiempo escribí una historia que relata la conversación de un niño con su mamá, en esa conversación le relata lo que vio en la casa de su tía: Hubieras visto a mi prima, lo que hizo para prepararse para la visita de su novio: se peinó muy bien, se pintó, se vistió muy guapa y arreglo la sala para que se viera arreglada y bonita.

Pero espérate le dice a su mamá, en eso llega Arturo, el novio de mi prima, bien arreglado, se veía recién bañado, muy elegante, se había puesto una loción que olía muy bien. Y se dieron un gran abraso, parecía que tenían meses sin verse.

Después de esto el niño pregunta: ¿Mamá y quien es tu novio. Es tu papá responde la mamá. ¿Mi papá? no mamá en serio quien es tu novio. Al cuestionarles porque no creía que su papá era su novio, el niño responde:

Cuando él llega del trabajo nunca he visto que te sonría como Arturo lo hace con mi prima. ¿Y qué te dice al llegar?, caray que día tan pesado tuve, si vieras todas las broncas que tengo en la oficina. Nunca te dice, como te extrañe, es más no lo dice ni cuando sale de viaje por varios días. Y ¿que hace al llegar a la casa?, en vez de arreglarse como un príncipe azul para impresionarte, él se pone de fachas para estar cómodo y el domingo ni se rasura.  Nunca, continúa el niño, le he escuchado decir: Que bonita te ves, te quiero mucho, en vez de eso le escucho decir, ¿has visto donde quedo el control de la tele?

En conclusión estimado lector, lo que recomienda la historia anterior es mantener el trato que se tenía durante el noviazgo. Termino con recomendación de Raphael que cantaba en sus buenos tiempos: "Solo te tengo a ti y todo lo demás son cosas de la vida; no entiendes que tu alma es parte de la mía y a veces con mis cosas olvido darte un beso y entre ausencia y ausencia se nos escapa el tiempo"