Opinión

Negociando con dinero ajeno

Por Ricardo Homs


Es cierto que es muy fuerte la presión del sector empresarial en contra de las autoridades del Gobierno Federal para exigir que se imponga la ley frente a los excesos de la CNTE. Sin embargo, que la forma de desactivar el conflicto sea cediendo ante abusos inaceptables, demuestra una falta de “visión de estado”.

El Gobierno Federal por no haber actuado con firmeza frente al vandalismo de la CNTE,  hoy se encuentra rebasado entre una CNTE triunfalista festejando lo que obtiene con provocaciones y un sector empresarial agraviado que no solo exige que se someta a la CNTE a la ley, sino que se le compensen los daños a todos sus agraviados, principalmente los micro y pequeños empresarios de Oaxaca y Chiapas.

El camino fácil es desactivar el conflicto cediendo a las pretensiones de la CNTE. Sin embargo, no le “cae el veinte” a los negociadores de SEGOB y SEP que el dinero que regalarían a la CNTE no es dinero de ellos, sino de todos los mexicanos que creamos con impuestos el presupuesto que ellos administran.

Un grave problema de fondo de nuestros políticos es pensar que el dinero público no tiene dueño y no reconocen que es dinero producto de nuestras aportaciones y por ello deben usarlo con responsabilidad.

A nivel ciudadano incluso se piensa que todo lo público no es de nadie y es un botín para los más avezados. Cualquier pequeño grupo inconforme con cualquier cosa cotidiana considera que es su derecho tomar las calles para que “papá gobierno” resuelva. Si ya es un grupo organizado, se siente con derecho a tomar una autopista. Cualquier desempleado confisca un tramo de calle y lo arrienda a los automovilistas en su beneficio, que es lo que hacen los franeleros. Cualquier vendedor de tacos escoge a su gusto una esquina y monta un puesto semifijo y como la luz es de un organismo público, se cuelga del poste de luz y piensa que no se la está robando. Cualquier familia pachanguera quiere hacer un festejo y si no tiene dinero para rentar un salón de fiestas, cierra su calle y ahí organiza su evento.

En este contexto, el funcionario público dispone del dinero público sin rendir cuentas a nadie y por ello se queda con un poco para él. Además, usufructúa el patrimonio público.

¿De dónde se origina la corrupción si no es de la indefinición de a quién pertenecen los bienes públicos?

Negociar otorgando a la CNTE concesiones al margen de la ley, significa despojarnos a los mexicanos de recursos que debiesen ser invertidos en infraestructura pública. Más y mejores escuelas, hospitales, vías de comunicación e incluso en insumos fundamentales como medicinas suficientes y de calidad para el IMSS y en general todo el sector salud.

Además esta actitud entreguista frente a la CNTE muestra poca visión de estado, porque se centra en el corto plazo y la inmediatez y deja de visualizar que se está sentando un precedente para que otros grupos que hoy son poco escuchados, en lugar de irse por la legalidad se vuelvan violentos.

Es la primera vez en muchos años que los dirigentes del sector empresarial dejan las cortesías y buenos modales frente a las autoridades federales y toman una actitud digna y exigen se compense a los comerciantes agredidos por la CNTE, por los daños, aunque ésto signifique emprender acciones legales.