Opinión

México está de moda en el mundo

Por Ricardo Homs


México es un país culturalmente muy rico, pero nosotros sólo lo descubrimos en toda su magnitud a través de los ojos de quienes viven en el extranjero, quienes reconocen el valor de este patrimonio.

Nuestras tradiciones ganan reconocimiento en el exterior y esto queda de manifiesto a través del lanzamiento mundial de nuestra fiesta del día de muertos, -realizado simbólicamente con un desfile carnavalesco-, para la película James Bond, Spectre.

Lo más significativo es que de la ficción fílmica se llegó a la realidad y nuestra sociedad empieza a descubrir que el estereotipado festejo de Halloween no es tan impactante como las catrinas, que no solamente inundaron la Ciudad de México, sino lugares tan distantes como Mérida, donde el viernes 28 se realizó el “Paseo de las Ánimas” y el festejo de las catrinas y catrines continuó por el centro histórico de la ciudad, no sólo viernes sino también el sábado.

Puebla y Guadalajara también celebraron su desfile de catrinas, así como Celaya, sólo por mencionar unas cuantas ciudades donde el rescate de nuestras tradiciones culturales empieza a convertirse en motivo de orgullo.

Sin embargo, más allá de estos íconos culturales, nuestra comida empieza a hacer presencia en lugares tan distantes como Sao Paulo y Copenhague, donde ya existen taquerías.

Seguramente nuestros graves problemas sociales vinculados con la violencia y la salvaje delincuencia organizada que agrede un número cada vez mayor de nuestro territorio, así como nuestros escándalos políticos vinculados con la corrupción, no nos dejan ver el reconocimiento que nuestra cultura obtiene en el mundo.

En el año 2004 el importante escritor norteamericano Samuel P. Huntington publicó su último libro titulado “Who are we” (¿Nosotros quienes somos?), donde abordaba el tema del temor de la sociedad norteamericana por la inmigración latinoamericana y su impacto cultural en la identidad de ese país.

Sus referencias a México y su cultura nos hablan del reconocimiento de nuestra fortaleza cultural y su impacto en Estados Unidos.

Si realmente nos abocamos a proyectar esta riqueza de forma consistente y estructurada, tenemos mucho que ofrecer al mundo, que desde hace muchos años reconoció la aportación del muralismo mexicano impulsado por David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera y José Clemente Orozco, como impulsores de este fenómeno.

Hoy la cinematografía mexicana está empezando a ser reconocida. Nuestra gastronomía se pone de moda en el extranjero junto con el tequila, el mezcal y la cerveza mexicana. Muchos artistas plásticos son desconocidos en México y reconocidos en las galerías ubicadas en las grandes capitales del extranjero.

Sin embargo, nuestras tradiciones culturales pueden capitalizarse turísticamente como un gran patrimonio y las catrinas y catrines, que son hoy la versión popular de nuestra tradición del día de muertos, sólo nos recuerdan la gran tradición mística de la conmemoración en Pátzcuaro y casi todos los rincones de este país, donde las familias levantan altares de muertos imprimiéndoles gran creatividad.

Definitivamente México se está poniendo de moda en el mundo y es injusto que unos cuantos mexicanos violentos ofrezcan la cara más negativa de la crisis de valores de este país.

Hagamos de nuestra cultura y nuestras tradiciones nuestra carta de presentación ante el mundo.