Tener un negocio propio supone tomar una serie de responsabilidades y retos, pero sobre todo, trabajar en base al objetivo de crecer y así recuperar la inversión que realizamos a través del éxito comercial.
¿Pero cómo podemos hacer para darnos a conocer y ganar espacio dentro del mercado que queremos alcanzar? La respuesta es sencilla: recurrir a la publicidad, un recurso poderoso que nunca debemos subestimar.
Pensar que una campaña publicitaria es una “pérdida de dinero” es una idea que ha llevado a muchos al fracaso, por lo que es importantísimo apalancar nuestra marca en estas estrategias para así despegar y ampliar nuestro espectro de clientes.
La publicidad ayuda a que a través del marketing de contenido creemos consciencia dentro de las audiencias sobre el beneficio y características de lo que estamos ofreciendo. Recuerda que si no se sabe qué ofreces, no serás tomado en cuenta en lo absoluto.
Una buena campaña publicitaria, además, te garantizará preferencia sobre la competencia. Es por ello que es vital que en los mensajes reflejes todo lo que es importante sobre tu producto o servicio.
También la publicidad se perfile como un mecanismo de venta directa porque el consumidor se conecta a través de tus mensajes con la necesidad que le ofreces y así aumentarán tus ventas de manera exponencial.
Por otra parte, la publicidad es un elemento que potenciará tu venta entre los minoristas, lo cual irá creando más conexiones entre tu producto y tiendas que estén interesadas en venderlo.
La publicidad de igual modo te permite crear una red de contactos, los cuales eventualmente se pueden convertir en un equipo de trabajo que potenciará las ventas de lo que estás ofreciendo.
El uso de la publicidad no solo debe enfocarse para vender sino para crear una imagen positiva de tu marca. Esto se traducirá en mayores ventas y mayor acercamiento de los públicos porque te generará una reputación más positiva y aceptable.
La experiencia de las grandes corporaciones del mundo los ha hecho pensar en ir más y más allá en materia de publicidad. No solo crean un plan de marketing digital sino que sus ganancias son invertidas cada vez más la forma de promoverse.
Para que tu inversión en publicidad sea efectiva debes tomar en cuenta que…
Debe ser de calidad: Las imágenes, los sonidos, los mensajes, sets, y todos los elementos que utilices deben estar acordes al mensaje, a tus valores y al producto que ofreces. No se trata de gastar millones sino de saber invertir en lo que estás haciendo para mostrar calidad más que cantidad.
Es pertinente que se evalúen los canales de difusión de tus mensajes publicitarios y qué públicos queremos alcanzar. Fracasarás si tu publicidad contiene un montón de imágenes para televisión y también lo conviertas en un spot de radio, por ejemplo.
Los errores gramaticales, errores de edición, mal vocabulario y otros errores no son perdonados por las audiencias, y en esta época digital donde el Internet “nunca olvida”, no es conveniente que cosas como esas sucedan.
Debes ser sincero: No puedes promocionar bondades que no existen. La “publicidad engañosa” es el peor enemigo de un consumidor y esto podría afectar a tu marca para siempre. Asegúrate que lo que ofreces en tu publicidad sea lo que obtenga el cliente.
Debes generar confianza: La calidad, la honestidad y el buen servicio son aspectos que crearán confianza entre el público y tu marca. Si las personas no están seguras de la calidad de lo que ofreces, quizá nunca más vuelvan a ti.
Gracias por leerme, pueden contarme a betorzuniga@gmail.com o al twitter @SoyBetoZuniga para cualquier duda o si gustan compartir algún conocimiento
