Opinión

Se complica la reestructuración de la deuda jarocha

Por Ramón Ortega Díaz


Como lo hemos venido comentando en anteriores entregas, en Veracruz es necesario como primer punto: reestructurar las deudas.

Hablar de reestructurar las deudas en el Estado de Veracruz significa primero validarlas y que sean auditadas; para partir de un saldo real y confiable.

Posteriormente ver la parte legal y financiera: los plazos, garantías, intereses, casos de no pago, pagos adelantados, tablas de amortización, entre otras.

Luego las responsabilidades y consecuencias: quien autorizo, en que se ocupó (o se iba a ocupar), en caso de que se haya desviado el recurso interponer denuncias, etc. De lo que se vaya recuperando su inyección a la inversión e infraestructura será bienvenida; pero esto llevará tiempo.

Bien lo comenta el actual Gobernador del Estado de Veracruz y deja entrever que existe posibilidad de que las instituciones financieras y bancarias hayan participado en actos de corrupción al manejar incrementos en las tasas de interés: “En los últimos préstamos aumentaron tasas sin existencia de riesgo de no pago porque créditos se garantizaron con participaciones”; no se necesita ser mago para descubrir el truco…

Si, el Estado de Veracruz está en emergencia financiera; de eso no hay duda. El problema es que se complica.

Al bajar la calificación Fitch Ratings de ‘BB+(mex)’ a ‘BB-(mex)’ en Observación Negativa se enfila para que la calificación crediticia del Estado pueda ubicarse como “basura”.

En sus recientes comunicados de la calificadora Fitch Ratings: “Fitch Baja Calificación del Estado de Veracruz a ‘BB-(mex)’; y la Mantiene en Observación Negativa” y “Fitch Baja las Calificaciones de las Emisiones VRZCB 08U y VRZCB 08 a ‘BBB+(mex)vra’” ambas del 14 de noviembre del presente año redujo la calificación crediticia del Estado de Veracruz, al ubicarla en “observación negativa” en la se evidencia que  “probabilidad alta de recurrir al uso de créditos bancarios de corto plazo” por lo que el costo del dinero se elevará y no sería posible reestructurar por esta vía las deudas del Estado; saldría más costoso.

Así como debemos recordar que de la Ley de Disciplina Financiera para los Estados y Municipios limitaría esta opción así como aplicación en el presupuesto.

En los comunicados señalan lo siguiente: “La baja en la calificación refleja el nuevo deterioro en su posición de liquidez derivada de un incremento súbito en su pasivo circulante (PC), así como prácticas administrativas débiles que se reflejan en atrasos en la entrega de los fondos del Ramo 28 y Ramo 33 a sus municipios, en combinación con inconsistencias en los registros contables respecto al PC. Este último mantiene una tendencia alcista al tercer trimestre de 2016 (3T16).”

De los otros dos puntos ya hemos comentado ampliamente en anteriores entregas: incrementar los ingresos propios (al incrementar los ingresos propios, por fórmula de participación tocan más recursos federales) y reducir los gastos (nómina sobre todo).

Lo de la “desincorporación fiscal” del Estado de Veracruz, en mi opinión espero que quienes estén impulsando esto, solo sea una ocurrencia debido a las implicaciones tributarias que conlleva: “el Gobierno Federal es corresponsable” gritan. Y se les olvida la Constitución local, las leyes estatales, el Congreso Estatal (el verdadero corresponsable), los órganos de control, los entes fiscalizadores, etc. No señores: los responsables somos nosotros. Agarren su cubeta y a sacar agua del barco, no esperen que llegue una lancha salvadora. Una buena opción sería modificar la ley de Coordinación Fiscal para que se dé la opción de depositar directamente a los municipios en lugar de que pase por las cuentas del Estado. 

El presupuesto tal como lo comentamos en anterior entrega “¿Cómo va el Presupuesto 2017 del Estado de Veracruz?” http://www.xeu.com.mx/blogs/post.cfm?id=1887 era necesario reestructurarla dada la iniciativa presentada por el Gobernador Interino.

Una noticia que nos ayuda es que las participaciones que provienen del petróleo se esperan sean más de lo presupuestado para el 2017 debido al incremento del precio del barril que se está dando y que está ayudando a la economía así como de paso, aminorar el avance del dólar. Por lo que un adelanto de las participaciones y aportaciones federales y/o un crédito es el camino a esperar porque se ajustaría con este incremento esperado (excedente en ingresos petroleros) para 2017.