Exposición que se inaugura el viernes 13 de enero 20 horas
El mar por siglos ha subyugado a los pintores. Su ímpetu, su relación con los astros y las constelaciones, su vasta riqueza y el ser vínculo entre los hombres y puente cultural lo colocan estéticamente en un pódium.
Los pintores son parte de este tributo y por ende de lo flotante sobre los océanos, las balsas las naves, los barcos. En distintos períodos barcos sobre aguas tranquilas o bravas han sido montaje plástico de diversas fantasías y elucubraciones visuales donde cada óleo, acuarela, técnica mixta parecen remontarnos a periplos interminables. Extendiendo una comunicación múltiple entre los colores y la líneas.
Esto resulta ser un preámbulo para el pintor Héctor Ruiz quien devela en un luminoso abstraccionismo su intimidad con los barcos y el mar.
No sabemos si es su amor por Veracruz y los recintos portuarios, por medio de los cuales Héctor fue descubriendo a través de las ventanas de la habitación de un hotel del boulevard, los motivos de esta obsesión o tal vez por las embarcaciones develen su instinto aventurero y de grumete, hacia el centro y fascinación de sus más recientes pinturas.
A pesar de ser un pintor autodidacta, Héctor Ruiz es un hombre interesado en distintos campos visuales y su incursión en la escultura y la fotografía lo ha llevado a completar su interés por las composiciones abstractas, pues el pintor basa en la eclosión de los ocres, azules y blancos su lenguaje visual.
No obstante, Héctor Ruiz brega como sus barcos en dos mares, pues aún no se ha alejado del todo del figurativismo, se tiene y se detiene en la delgada línea de un onirismo del color por el color, sin soslayar la veta romántica del objeto aunque esté desdibujado por la impertinencia del color, tal como el poema simbólico de Rimbaud
Fermentando las amargas pincelas del amor
En esas noches en las que te duermes y te exilias
Millón de pájaros de oro, vigor futuro…
Oh que mi quilla estable y yo se hundan en la mar…
Héctor Ruiz es oriundo de Ciudad de México ha expuesto desde 1994 de manera individual en Fundación Galerías Plaza, en el Teatro Julio Prieto y en Toulouse Francia en las vertientes La Tour de France 2003-2004.
De manera colectiva en la Casa Lam, en el Museo Frida Kahlo,en el Centro Universitario Narvarte y en el Corredor de Arte de la Zona Rosa, a apartir de su estancia en Veracruz fue el pintor interiorista del Hotel Double Tree Hilton,antes Novo MaR, en el Museo de Arte del Estado y en el Museo de Tlacotalpan, en el Corredor Artístico del Hospital Español entre otros.
Hoy sus barcos cual grafía de Rimbau son la tempestad bendita de su despertar marino… Ligeras como corchos, baile sobre las olas.
