Opinión

Cómo vivir una vida más significativa

Por Roberto Matosas


Los desafíos son lo que hacen la vida interesante y superarlos es lo que hace que la vida tenga sentido.

La mayoría de nosotros tenemos momentos en los que reaccionamos exageradamente. Puede ocurrir en reuniones, en conversaciones individuales, en el correo electrónico y en las relaciones personales.

A veces simplemente no podemos ayudarnos a nosotros mismos, y siempre hay un precio a pagar.

Cuando te encuentras diciendo cosas que nunca has pensado que dirías, o tomar las cosas demasiado personalmente aunque sabes mejor, cuando permites que tus sentimientos determinen tu estado de ánimo, es cuando te metes en problemas.

El truco para evitar la reacción excesiva es reenfocar lo que realmente quieres en lugar de dejar que tus reacciones obtengan lo mejor de ti. Aquí hay algunas herramientas para ayudar.

1. Deje que su cuerpo haga el pensamiento.

La reacción proviene de la ira y la decepción; responder proviene de la conciencia y la comprensión. Si puede permanecer conectado a cómo se siente y lo que su cuerpo le está diciendo, puede silenciar su reacción y permitir que una respuesta más razonada tome su lugar.

2. Crear una vida con una visión diferente.

Las reacciones excesivas son generalmente desproporcionadas al problema, y es más probable que escalen lo que está sucediendo para que se vuelva complejo y lleno de conflictos. En su lugar, recuerde que todo contiene diferentes perspectivas, dependiendo de dónde está y qué mira. Desde un ángulo diferente, las cosas pueden parecer muy diferentes.

3. Retire el control antes de perder el control.

Las reacciones exageradas generalmente implican sentir una pérdida de control. Cuando eso sucede, tendemos a echarnos a nosotros mismos como la víctima, a merced de otros - en resumen, damos nuestro poder. En su lugar, puede optar por recuperar su control por ser responsable de sus sentimientos y responsable de sus acciones, comportamientos y pensamientos.

4. No esperar nada y apreciar todo.

Cuando las expectativas no se cumplen y nos volvemos infelices o incluso amargos, convertimos supuestos en resentimientos premeditados. Las expectativas a menudo se basan más en los deseos que en la realidad, y las suposiciones suelen centrarse en sí mismas, sin tener en cuenta las necesidades o sentimientos de los demás. Cuando puede reconocer estos patrones, se hace mucho más fácil considerar otras perspectivas y la posibilidad de resultados diferentes en lugar de aferrarse a sus suposiciones. Cuando no espera nada, puede aprender a apreciar todo lo que tiene.

5. No espere el momento perfecto, aproveche el momento y haga que funcione.

No se deje atrapar en ningún momento que no está funcionando para usted. A veces, cuando estamos alterados, enojados o decepcionados, nos olvidamos de respirar o cuidar de nosotros mismos. Permitimos que nuestras reacciones crezcan más y más hasta que superen todo lo demás. Cuando estás, estás ocupado reaccionando, no puedes responder a tus propias necesidades. Así que la próxima vez que esté enojado, molesto e irritado, recuerde detenerse y cuidar de sí mismo antes de estallar.

6. Sigue dejándolo ir hasta que termines.

En cualquier momento podemos optar por aguantar o dejar ir. Está bien decir "Esto me molesta", pero es otra dejar que se apodere de ti. No siempre es fácil, pero a veces hay que dejar que algo se vaya y mantenerlo alejado. Y la verdad es que muchas veces se vuelve a sus pensamientos, que es cuántas veces se puede dejar ir. No sucede todo de una vez, y no es fácil - solo recuerde que puede dejar ir tantas veces como sea necesario. Hasta que sientas que lo has dejado ir por completo.

Gestionar nuestras reacciones puede ayudarnos a responder mejor a nuestras vidas, y al liderazgo con el que nos conducimos. (Fuente: Inc.,  Lolly Daskal enero 19, 2017)