Opinión

¿Qué tiempo vamos a tener hoy?

Por Arancha Arbulu Unanue


¿Qué tiempo vamos a tener hoy? Le pregunté a un campesino que estaba a punto de iniciar su trabajo en el campo.

-Sin duda, el tipo de tiempo que más me gusta. – Me contestó. Me sorprendí por su respuesta, por lo que nuevamente le pregunté: ¿Cómo sabe qué hará un tiempo de su gusto?

El campesino, mostrando la sabiduría propia de la gente sencilla, concluyó:

-Señora, como hace tiempo que averigüe que no siempre obtengo lo que quiero, he aprendido a apreciar lo que tengo. Por eso sé que hoy hará un día fantástico.

Todos los días a raíz de la toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, no ha habido un solo día en el que nuestras noticias mexicanas dejen de hablar insistentemente de lo que hace y no hace, dice o deja de decir este personaje tan particular. 

Nuestro presidente Enrique Peña Nieto hasta recibió un grupo de personas en el aeropuerto de México que habían sido deportados, como resultado de las políticas migratorias de Estados Unidos, dándoles todas las facilidades para reintegrarse a nuestra economía. Me hubiera gustado más, la implementación de medidas productivas relevantes por parte del propio ejecutivo, que diera a nuestros ciudadanos mexicanos las herramientas necesarias para obtener trabajos con sueldos suficientes para llevar una vida digna, logrando así desalentar la posibilidad de que estos mismos ciudadanos busquen esas mismas oportunidades en otro País, ya que en el nuestro no han podido alcanzar un nivel de vida digno.

Mientras todo esto ocurre, en el interior de nuestro país, variables fundamentales para un correcto crecimiento económico como la inflación, la tasa de interés bancaria, y el precio de la gasolina tuvieron un significativo incremento porcentual durante el cierre de Enero. Aunado a la depreciación de nuestra moneda frente al dólar, una contracción en el índice de la Producción Industrial y una reducción de la inversión extranjera, se me antoja vislumbrar un panorama bastante desalentador para los siguientes meses de este año tan peculiar.

Así como el campesino me contestó “he aprendido a apreciar lo que tengo”, creo que debemos ya enfocar nuestro análisis, nuestra visión a futuro como país, nuestra planeación estratégica de crecimiento y nuestra ejecución del mismo, hacia nuestras FORTALEZAS, hacia una reingeniería arancelaria dónde se estimule la producción y comercialización nacional, la fusión con mercados extranjeros asiáticos y europeos, se incentive la innovación tecnológica nacional, el turismo explotando nuestro extraordinario acervo cultural, etc.

“Por eso sé que hoy hará un día fantástico”…, si algo tenemos los mexicanos es creatividad inagotable y solidaridad ante la adversidad, que lo hemos vivido en tiempos de crisis nacionales en los 70’s sin tratado de Libre Comercio (ni se conocía), en los 80’s con la implementación del TLC , en los 90’s con el quebranto en las finanzas públicas  y 00’s con el narcotráfico y sus guerras de poder. En todos ellos hemos resurgido como el Ave Fenix. Dejemos ya de estar tan preocupados por lo que declara o hace el mandatario de un país extranjero, ocupémonos de nuestro quehacer diario como nación de nuestros propios retos y objetivos de desarrollo para que logremos alcanzar un DÍA FANTÁSTICO.