Opinión

Reflexiones para el alma II

Por Ramón de la Peña


 

"Jamás trates de robarle un sueño a nadie, simplemente porque tú no lo creas posible, porque un sueño sumado a la voluntad de Dios, siempre es realizable, por más alocado que éste te parezca"

Continuando con el mensaje que recibí Hace tiempo, si el de la historia titulada “El anillo” de Carmen Azulavich, en el mensaje anterior les compartí el mensaje del anillo, que como les comenté, nos induce  a valorarnos más.

Hoy me toca contarles la segunda historia que me gustó mucho, titulada “Ladrón de sueños” en la cual nos relata lo que debemos hacer para tener la suficiente fuerza interior para no desmotivarnos en lograr nuestros sueños, Carmen nos cuenta la siguiente historia:

"Ante un grupo de niños un hombre contó la siguiente historia: Marcos era el hijo de un humilde entrenador de caballos. Su padre ganaba muy poco dinero y solo podía cubrir las necesidades básicas para mantener a su familia y mandar al niño al colegio. Una mañana en la escuela, el profesor les pidió a los alumnos que escribieran cómo querían que fuese su vida cuando fueran adultos. Marcos escribió siete páginas, esa noche, en la que describía su meta. Relató su sueño con mucho cuidado, detallando los pormenores e incluso dibujó un plano de todo el proyecto."

La autora destaca un excelente sueño de este niño, yo tengo la esperanza que muchos niños mexicanos tengan este tipo de sueños para cambiar su vida y la de nuestro país, pero continuando con la historia Carmen nos relata lo siguiente:

"Él niño deseaba tener una gran extensión de terreno donde tener una vivienda, establos para los caballos, corrales para diversos tipos de animales y tierras dedicadas a la siembra y a la ganadería. El proyecto era un sueño perfecto. Después de trabajar en él varias horas, creyó tener el proyecto más ambicioso que un niño podría llegar a tener. Con ánimo de ganador, al día siguiente se lo entregó a su profesor. Dos días más tarde, recibió de vuelta su trabajo con una calificación reprobatoria y con una nota que decía: «Ven a verme después de clases». Marcos, muy enojado, fue a ver a su profesor y antes de que éste dijera nada, le preguntó:

–¿Por qué  me reprobó? –Tranquilízate y siéntate, creo que lo tuyo es un sueño imposible de concretar. No tienes recursos; tienes una familia muy pobre. Para lograr lo que quieres, necesitarías mucho dinero."

Y Marcos recibió la respuesta de alguien que no entiende que los sueños se pueden volver una realidad: "Primero tendrías que comprar el terreno, pagar para construir todo lo que pretendes hacer, comprar los animales, semillas para la siembra y además tendrías muchos gastos de mantenimiento. Creo que es un proyecto millonario, que no estás en condiciones de lograr. Quiero que revises tu trabajo y consideres algunos aspectos más realistas; tómate unos días, vuelve con el nuevo trabajo y reconsideraré nuevamente la nota, le dijo el profesor."

Pero Marcos al regresar a su casa recibió un consejo extraordinario de su Padre: El quería saber qué opinaba su padre sobre su proyecto. El Padre nos relata Carmen le respondió lo siguiente:

"–Mira, hijo, tienes que decidir por ti mismo, creo que es una decisión muy importante para tu vida. Si crees de verdad que puedes llegar a lograr, tu sueño, a pesar de la opinión de tu profesor, hazlo. Mi consejo es que consultes a Dios, si tus deseos están dentro de Su voluntad, nadie en este mundo va a impedir que se haga realidad lo que te has propuesto. –Gracias por tu consejo, papá, creo que tengo la respuesta para el profesor, respondió Marcos."

Miren la transformación de Marcos por el consejo de su Padre: "Regresó a la escuela, con el mismo proyecto, se lo entregó al profesor y le dijo: «Usted puede quedarse con mi mala nota, yo me quedaré con mi sueño». Los niños, que estaban escuchando la historia muy atentamente, recibieron una lección muy importante. Pero eso no era todo, pues el hombre les dijo: "Esta historia, es mi historia. Ustedes están en la casa que me propuse conseguir cuando era niño, mis sueños, se cumplieron hasta el más mínimo detalle. Todavía conservo aquella tarea del colegio como recuerdo y símbolo de una fantasía que se hizo realidad."

Carmen termina esta historia con un excelente mensaje: "Jamás trates de robarle un sueño a nadie, simplemente porque tú no lo creas posible, porque un sueño sumado a la voluntad de Dios, siempre es realizable, por más alocado que éste te parezca"

Que pasen una excelente semana...